Se convirtió en un símbolo y hasta atracción turística, pues en redes sociales ya se comparten las fotos de la gente en la obra.
Al recorrer la angosta y peligrosa carretera antigua a Monclova, a unas cuantas curvas de la presa Palo Blanco, los viajantes pueden ver extrañados que entre la maleza sobresale la cabeza de un gran dinosaurio.
La mayoría se detiene a observar el trabajo del artista, que utilizó como lienzo una gran piedra instalada a la entrada de un rancho, sobre la cual trazó el feroz rostro del Tiranosaurio Rex, con la vista en el camino, como seleccionando a su próxima víctima.
Se trata de una obra del joven Jaime Rodríguez Oláis, quien la pintó apenas el domingo pasado.
Lo que comenzó siendo un trabajo más de los que le encargan al joven ramosarizpense, se convirtió en un símbolo y hasta atracción turística, pues en redes sociales ya se comparten las fotos de la gente posando junto o sobre la gran cabeza.
Asombrado, Jaime accedió a ser entrevistado en el patio de su casa, repleto de obras suyas, contando que desde niño el dibujo y la pintura han sido su pasión, siempre apoyado por sus padres Jaime Rodríguez Hinojosa y Juanita Oláis Vázquez, y sus dos hermanos, Juan Carlos y Jesús.
“Cuando vi las redes sociales, me decían, ‘mira aquí, mira allá, ya saliste también en esta página’, y yo ni me la creía”.
Nunca había visto esa piedra
Sobre el dinosaurio, platica que él ni siquiera recordaba haber ido alguna vez a la carretera antigua a Arteaga. Pero la semana pasada, una amiga lo contactó para decirle que su papá tenía un rancho y en la entrada una gran piedra.
Fue el domingo pasado que llegó el papá de su amiga. Lo llevó hasta la entrada del rancho, él entregó el material solicitado y puso manos a la obra.
“Llegué y vi la piedra, y lo que me imaginé fue lo que empecé a pintar, ya no vi ninguna otra imagen, comencé a darle forma yo solo, ya después me fueron apoyando el señor con ideas, conectamos todo, y al final salió muy bien, me agradó mucho el trabajo”, expresó.
Momentos después se daría cuenta del impacto de lo que había pintado. En ese momento confirmó el sueño de su vida, poder vivir de vender sus pinturas, lo cual ya hace.
Le gustaría poder obtener una beca para estudiar en Artes Plásticas en la UAdeC.