Las conversaciones para vender el mural histórico de Diego Rivera por $50 millones de dólares para salvar la SFAI indignan a estudiantes y profesores.
El 2020 ha golpeado a muchas instituciones culturales y educativas, y también ha intensificado la situación financiera de muchas otras. El Instituto de Arte de San Francisco presenta problemas financieros desde el 2015 y este último año se vio a punto de perder el campus y su colección de arte en la última venta pública. A pesar de que la Universidad de California intervino para amortiguar las deudas del Instituto, las autoridades del mismo han decidido poner a la venta el emblemático mural hecho por Diego Rivera en 1931, “The Making of a Fresco Showing the Building of a City” ubicado en la calle Chestnut del campus.
La noticia ha causado indignación y cuestionamientos dentro de la comunidad universitaria. Profesores, estudiantes y ex estudiantes han criticado la dura decisión del SFAI.
El supervisor Aaron Peskin dijo a Mission Local : “La noción de que alguien… venda esto es una herejía (…) sería un crimen contra el arte y el patrimonio de la ciudad. Las instituciones educativas deberían enseñar arte, no venderlo“.
Los profesores adjuntos (y sindicalizados) del SFAI han escrito una carta abierta en la que reflexionan sobre esta posibilidad y señalan que “cualquier venta del mural que resulte en su retirada del campus de Chestnut es desmesurada, y pedimos sus ideas y recursos mientras trazamos las formas de prevenirlo“.
La reflexión también pasa por el impacto simbólico de la venta del trabajo de un artista mexicano y comunista para aliviar las deudas de una “escuela predominantemente blanca”. El muralismo de Rivera está hecho esencialmente para el disfrute gratuito de los amantes del arte y la comunidad, por lo que los profesores cuestionan si “la fortuna colectiva de los miembros de la junta podría fácilmente preservar la escuela”, evitando la comercialización de la obra y patrimonio cultural que dejó el pintor mexicano.
Dentro de los posibles compradores del mural se encuentra el reconocido cineasta y filántropo George Lucas, de quien se espera que preserve la obra intacta. ¿Será esta la mejor alternativa para financiar y mantener el Instituto de Arte de San Francisco?