Por aumento de violencia declaran toque de queda en 20 ciudades de Ecuador

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó este jueves un toque de queda de siete horas de la noche y la madrugada en 20 localidades del país con miras a frenar la violencia de las bandas criminales. 

El decreto señala que un estudio de la policía determinó que en “la mayor parte de homicidios ocurren entre las 22:00 y las 05:00” locales (locales) en esos municipios, por lo que la institución recomendó “la restricción de movilidad en ese horario”.

Entre las ciudades donde regirá el toque de queda están Durán, considerada refugio de criminales dedicados al narcotráfico, secuestros y extorsiones, y Camilo Ponce Enríquez, donde en julio las fuerzas de seguridad rescataron a 49 personas secuestradas en una mina.

La limitación de la libertad de tránsito “busca precautelar la paz, el orden público, la seguridad y la integridad personal”, agrega el documento difundido por la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia (Segcom).

Desde que tomara la presidencia en noviembre del año pasado, Noboa ha decretado medidas excepcionales para tratar de frenar la violencia de las bandas, a las que tilda de “terroristas”. 

Seis de las 24 provincias del país están bajo estado de excepción desde el 2 de julio hasta finales de agosto. Con esta declaratoria, por ejemplo, el gobierno puede desplegar a las fuerzas armadas para tareas de vigilancia ciudadana.

El año pasado fue el más sangriento para Ecuador a causa de la violencia desatada por grupos narcos, que se disputan el poder. La tasa de homicidios trepó al récord de 47 por cada 100 mil habitantes, lejos de los 6 por cada 100 mil habitantes de 2018.

La fuga de un peligroso capo en enero desató una ola de violencia en el país, que llevó a Noboa a declarar a la nación en conflicto armado interno.

Violencia en Ecuador

En 2002, Ecuador enfrentó episodios de violencia relacionados principalmente con la inestabilidad política y económica. El país atravesaba una crisis financiera que provocó descontento social, lo que se reflejó en protestas y disturbios a lo largo del año.

En 2023, la violencia en Ecuador experimentó un alarmante aumento, impulsada en gran medida por el narcotráfico y las bandas criminales.

La situación se agravó con la muerte de figuras públicas importantes, como el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto, lo que subrayó la inseguridad prevalente en el país.

Además, el gobierno implementó estados de emergencia para tratar de controlar la violencia, incluyendo operativos militares en las cárceles, donde el control de las bandas provocó varias masacres.

Para 2024, Ecuador continuaba lidiando con altos niveles de violencia, afectando tanto a las zonas urbanas como rurales. El crimen organizado seguía siendo un desafío significativo para la seguridad nacional, con las autoridades luchando por contener el poder creciente de las bandas dentro y fuera de las cárceles.

La situación generó una crisis humanitaria, forzando a muchos ecuatorianos a migrar en busca de seguridad.

Excélsior
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