En Saltillo tenemos muchos años esperando un transporte público eficiente y la espera es inútil. Lo que si avanza con celeridad es el cobro de las tarifas de los ineficientes autobuses, los que curiosamente el público llama “combis”, las que ya no existen en el mercado, fueron descontinuadas hace muuuchos años, pero en el lenguaje popular siguen vivas, así es Saltillo, aferrado al pasado.
Alcaldes nuevos llegan y se van y no pueden tocar a los concesionarios que son 124, éstos son los que mandan e imponen sus normas de operación, el mentado Instituto Municipal del Transporte es un aparato burocrático fantasma que opera a favor de los concesionarios.
Los accidentes mortales de los usuarios provocados por los camiones urbanos son constantes, 133 el año pasado, 83 accidentes de tránsito en 2020, el año pasado 17 conductores dieron positivo en uso de drogas o antidoping, los daños son cuantiosos, pero lo más doloroso son las vidas humanas que se pierden, recientemente una menor de 4 años, 2 mujeres adultas mayores de la colonia Guerrero fueron atropelladas y les costó la vida; unidades que impactan contra domicilios particulares, choques por carreritas que han provocado muertes y atropellos; el de la ruta San Ángel tras un derrape impactó a 5 usuarios de los que 2 sufrieron heridas mutilantes y quedaron discapacitados, en fin los muertos, heridos y discapacitados a causa de la impericia e irresponsabilidad de los operadores que son impunes. En fin, las administraciones priistas municipales pasan y el transporte público continúa siendo una desgracia, un desgarriate y muy caro para los usuarios saltillenses.
Pero en este país hay ejemplos de que el transporte público puede modernizarse, el Gobierno de la CDMX ha implementado proyectos estratégicos para lograrlo y dar un servicio eficiente a los usuarios, es un caso excepcional por impulsar la electromovilidad en beneficio de la calidad de vida de las personas, para ello ese gobierno ha instalado el Cablebús que beneficia diariamente a 100 mil personas en una zona de la capital con ahorros de tiempo y dinero en sus traslados. Además, con la modernización del transporte público, se están beneficiando más de 447 mil personas reduciendo congestionamientos y buscando otras opciones sostenibles con la adquisición de autobuses con motor de baja emisión para operar en zonas altas de la capital, así se benefician aproximadamente otras 172 mil personas.
El cablebús elevado es un medio de transporte sustentable único en el mundo que permite reducir tiempos de traslado al pasar de una hora a tan sólo 20 minutos de recorrido, con él se reordena del transporte público ya que 250 microbuses serán sustituidos por ese transporte. El cablebus elevado representa una inversión de 3 mil 169 millones de pesos en obra en beneficio de 22 colonias de la CDMX.
Asimismo, se compraron nuevas unidades de trolebuses eléctricos Cero Emisiones, las cuales reducen los tiempos de espera en 50 por ciento para 275 mil habitantes. Con estos proyectos y acciones el Gobierno de la Ciudad de México contribuye a que las comunidades tengan acceso a los servicios básicos y facilitan la movilidad urbana.
Por otra parte, el gobierno duplicó la red de ciclovías de la CDMX, la cual alcanza un total de 380.72 kilómetros (km) que fomentan una movilidad sustentable. Igualito que aquí donde la ciclovía está en el abandono y al fin del año pasado apenas contaba con 26 kilómetros además de que el usuario se enfrenta a hundimientos, tramos empedrados y entradas a algunas empresas, es una ruta precaria para los deportistas; no hay dinero para mejorarla, hay que abonar a la megadeuda.
En fin, acá vivimos en la precariedad del transporte público, el proyecto de un tren desde Ramos Arizpe hasta Saltillo fue un sueño imposible, quizá cuando la corrupción se supere algo podrá avanzarse, quizá.