Yoon Suk-yeol advirtió que las armas nucleares norcoreanas son una amenaza para todo el nordeste de Asia.
El nuevo presidente surcoreano, el conservador Yoon Suk-yeol, pidió este martes la “desnuclearización completa” de Corea del Norte y advirtió que el programa armamentístico de ese país es una amenaza para la seguridad global.
Aunque durante su campaña prometió una postura más firme con su vecino del norte, evitó la retórica dura en su discurso inaugural, entre crecientes preocupaciones de que el país de Kim Jong-un prepare su primer ensayo de bomba nuclear en casi cinco años.
“Aunque los programas de armas nucleares en Corea del Norte son una amenaza, no sólo para nuestra seguridad sino para el nordeste de Asia, la puerta al diálogo permanecerá abierta para que podamos resolver esta amenaza de forma pacífica”, expresó a la multitud reunida ante el parlamento en Seúl.
Luego, agregó: “Si Corea del Norte se embarca de forma genuina en un proceso de desnuclearización completa, estamos preparados para trabajar con la comunidad internacional para presentar un plan audaz que refuerce de forma considerable la economía norcoreana y mejore la calidad de vida de su población”.
El avance del programa nuclear norcoreano plantea un difícil desafío de seguridad para Yoon, que ganó las elecciones del 9 de mayo con la promesa de reforzar la alianza formada hace 70 años con Estados Unidos, así como también se comprometió a ampliar su propia capacidad de misiles para neutralizar las amenazas norcoreanas.
La felicitación de Japón
El Gobierno de Japón felicitó este martes a Yoon Suk-yeol por su nuevo cargo como presidente de Corea del Sur y pidió estrechar el diálogo y la relación de ambos países, para así limar las asperezas actuales.
“Tenemos intención de comunicarnos estrechamente con el nuevo Gobierno surcoreano para restaurar las relaciones bilaterales”, remarcó en una conferencia de prensa el portavoz gubernamental nipón, Hirozaku Matsuno, en relación a la asistencia d a la ceremonia de investidura en Seúl.
Por su parte, el ministro japonés de Exteriores, Yoshimasa Hayashi, fue el representante enviado por Japón para la ceremonia de asunción presidencial y, de esa manera, su visita representa la primera de un canciller nipón al país vecino desde 2018, tras la degradación de sus lazos a raíz de heridas aún abiertas como los trabajos forzados o las esclavas sexuales durante el pasado dominio colonial japonés de la península.
El ministro de Exteriores japonés aprovechó la coyuntura de su visita para reunirse en la víspera con su homólogo surcoreano, Park Jin, y ambos coincidieron en la necesidad de mejorar sus relaciones.
“Unas relaciones sanas entre Japón y Corea del Sur son esenciales para lograr un orden internacional basado en la leyes y asegurar la paz, la estabilidad y la prosperidad de la región y del mundo”, subrayó.