Primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, entre los criminales más buscados de Rusia

Las autoridades rusas iniciaron el pasado martes un proceso penal sin precedentes contra la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, por cargos que la líder del Estado báltico alegó que tenían motivaciones políticas.

El Kremlin acusó a Kallas, al secretario de Estado de Estonia, Taimar Peterkop, y al ministro de Cultura de Lituania, Simonas Kairys, de destruir o dañar monumentos soviéticos en memoria de los soldados caídos, informó la agencia estatal ruso TASS. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó los cargos en una llamada con periodistas, pero no aclaró cuándo se produjo el supuesto crimen. Este miércoles, funcionarios públicos de los tres países bálticos estaban incluidos en la lista de personas buscadas.

Poco después de la invasión rusa de Ucrania hace casi dos años, Kallas anunció que Estonia eliminaría todos los monumentos soviéticos del país de los espacios públicos.

Kallas parece ser la primera jefa de Estado incluida en la lista de buscados del Ministerio del Interior del Gobierno ruso desde que comenzó la invasión. La medida, sin embargo, probablemente sea simbólica.

El martes, Kallas dijo en las redes sociales que la medida no le sorprendía y que era una prueba de que estaba “haciendo lo correcto” al apoyar a Ucrania en su guerra contra Rusia.

“A lo largo de la historia, Rusia ha ocultado su represión detrás de las llamadas agencias encargadas de hacer cumplir la ley”, dijo Kallas, citando los casos de su abuela y su madre, quienes, según ella, fueron deportadas a Siberia después de que la KGB emitiera órdenes de arresto en su contra.

“El Kremlin ahora espera que esta medida me silencie a mí y a otros, pero no lo hará. Al contrario, continuaré apoyando firmemente a Ucrania”, afirmó.

Letonia y Lituania respondieron este miércoles convocando a los respectivos embajadores rusos. Los Ministerios de Asuntos Exteriores de ambos países emitieron declaraciones condenando la medida por considerar que estaba motivada políticamente. Estonia también convocó a los encargados de negocios de Rusia.

Estonia, exmiembro de la Unión Soviética, se unió a la Unión Europea y accedió a la OTAN en 2004. La expansión de la OTAN hasta la frontera con Rusia ha irritado durante mucho tiempo al presidente Vladimir Putin, quien considera la alianza como una amenaza existencial.

CNN

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