El Sistema Anticorrupción de Coahuila sigue dando de que hablar por que se pretende una ley y una fiscalía protectora del gobierno; particularmente de este que va de salida. Miren ustedes si no, al gobierno de Ruben Moreira le quedan 70 días ¿qué no pudo haberse legislado este tema antes de la inminente salida, o será que en el nuevo congreso que entre el primero de enero ya no tienen mayoría?
Como es posible que una legislación le de facultades al gobernador para que sea quien proponga los candidatos de donde se elegirá, al fiscal así como se eligió a los magistrados del Nuevo Tribunal de Justicia Administrativa. Se puede concluir que en el caso de Coahuila estos órganos anticorrupción en lugar de sancionar tanta irregularidad, protegerán la salida del gobierno, ya que están conformados por ex funcionarios del mismo.
El vicio de origen parte de que un congreso no es un poder independiente cuando este está dominado por un color de partido y este color es el del gobernador. El tema de dejar abierta la puerta de convertirse en fiscales a los procuradores que dejan el cargo porque sus oficinas se convierten, no es igual a nivel nacional que local, porque allá hay más competencia.