Alfonso Romo es claro: las prohibiciones en el consumo de alimentos con altos contenidos calóricos son un error.
En entrevista con Milenio, el jefe de la oficina de presidencia retomó la frase del presidente Andrés Manuel López Obrador de “prohibido prohibir”, pues -aseguró- esas decisiones van en contra de las libertades individuales.
Romo, detalló que aprobar iniciativas de ley para para prohibir la venta de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares a menores, como sucedió en Oaxaca y Tabasco, fue un accidente.
La fórmula, precisó, es el diálogo.
Crear conciencia y orientar sobre la alimentación y buscar alternativas que generen certidumbre a todos los involucrados.
Pero también, es importante mandar mensajes de confianza a los inversionistas, sobre todo, cuando el país enfrenta una seria crisis debido a la pandemia del Covid-19.
Desde hace unos meses, Andrés Manuel López Obrador también ha mantenido una firme narrativa en contra de prohibir la comercialización de alimentos con altos contenidos calóricos a menores de edad.
El presidente ha insistido en que prohibir no funciona y que la mejor forma de solucionar este tema es buscar un equilibrio entre las empresas que producen estos productos industrializados y la salud del pueblo.
“He dicho muchas veces que no se deben prohibir las cosas, prohibido prohibir. Lo más importante es crear conciencia, orientar para que haya una buena alimentación y que no se consuman productos chatarra”, aseguró en su conferencia matutina el pasado mes de septiembre.
Asimismo, se opuso a subir los impuestos de la comida chatarra y las bebidas azucaradas, porque ello significaba “estar sacando dinero a costa de la salud del pueblo”.
“No puedo tener injerencia en lo que digan los estados, pero mi opinión va en el sentido de que se oriente no caigamos en prohibiciones”, expresó.
El mandatario subrayó que este tipo de alimentación “no ayuda” a afrontar el problema de diabetes e hipertensión que hay en México, segundo país del mundo en índices de obesidad, aunque aseguró que la comida chatarra no es la que produce estas enfermedades, sino “problemas hereditarios”.
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