Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México (Banxico), informó que el crecimiento de la económico en 2023 y 2024 será menor por un deterioro en las expectativas de la actividad industrial de Estados Unidos.
“Para 2023, se espera que el crecimiento del PIB se ubique entre 0.8% y 2.4%, con una estimación central de 1.6%”, dijo la economista mexicana durante la presentación del Informe trimestral octubre-diciembre 2022.
Para 2024, el banco central prevé que la economía mexicana tenga un crecimiento de entre 0.8 y 2.8%, con una estimación central de 1.8%.
En noviembre de 2022, Banxico proyectó una tasa del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.8% para 2023 y otra de 2.1% para 2024.
Rodríguez Ceja recordó que el menor crecimiento económico esperado para 2023 y 2024 respecto de lo previsto a finales de noviembre de 2022 se debe a un deterioro en las expectativas de la actividad industrial de Estados Unidos.
En el horizonte de pronóstico, la debilidad que se anticipa para Estados Unidos a lo largo de 2023 se ve reflejada en una reducción de la demanda externa de México y en una desaceleración de la actividad productiva de la economía mexicana, expresó. Sin embargo, se espera que la demanda interna continúe apoyando la actividad económica nacional.
“En congruencia con la reactivación esperada de la economía estadounidense hacia 2024, se espera una gradual mejoría en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana en dicho año”, comentó la gobernadora de Banxico.
El balance de riesgos para las previsiones de actividad económica en México se mantiene sesgado a la baja, precisó Rodríguez Ceja.
Entre los riesgos a la baja en el horizonte de pronóstico sobresalen:
- Una menor demanda externa en detrimento de la actividad económica de México, particularmente en caso de una recesión profunda y duradera en Estados Unidos.
- Condiciones financieras más astringentes a lo esperado y/o episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que afecten los flujos de financiamiento para las economías emergentes.
- Continuación o intensificación de las afectaciones al comercio y los problemas de cuellos de botella en las cadenas de suministro a nivel global.
- Nuevas olas de la pandemia de Covid-19 que afecten adversamente las condiciones de oferta y de demanda de la economía.
- Una recuperación del gasto en inversión en México menor a la esperado o insuficiente para apoyar el proceso de reactivación de la economía y el crecimiento de largo plazo. En este sentido, también son un riesgo las controversias asociadas con el TMEC, pues contribuyen a incrementar la incertidumbre, en detrimento de la inversión.
- Fenómenos meteorológicos tales como temperaturas extremas o ciclones impacten adversamente la actividad económica nacional.
En contraparte, Banxico considera que factores que pueden mover al alza el pronóstico de crecimiento destacan que, en el marco del TMEC, México sea un destino atractivo para la inversión ante una reconfiguración global en los procesos productivos, con beneficios para su actividad económica y productividad, así como una mayor resiliencia de la economía mexicana a la esperada ante el difícil entorno internacional y la debilidad del crecimiento económico mundial anticipado.