Nunca mas claro el interés de Los Moreira de dejar a Riquelme en el poder.
Comprando voluntades, sobornando instituciones electorales (IEC, Tribunalito, INE, TRIFE). Aun siendo un espurio, MARS, es un redomado protector de estos delincuentes (y es que es como ellos, es de ellos y hasta remeda las payasadas de uno y las hijeses del otro. Pero no baila, no le hace al intelectual de barrio, ni lo quieren en colonias ni en empresas. Es más feo que todos y más atufado.
Solo su torpeza es benigna. Sí, imagínenlo vivo y resplandeciente. ¡Qué miedo!
Mediocre funcionario que no funciona.
Pero, aquí les digo… Empezó mal, Miguel, y así terminará.
Será este un gobierno fallido. Nunca tendrá autonomía (ni paz). Nunca será digno. Nunca verá la luz de la decencia y la moral, (y si las viera, en otros quizás, no las reconocería). No habrá éxito para él ni par nosotros. Recuerden que en estos doce años, solo a ellos (los Moreira y súbditos golosos) les ha ido bien. Pero ya acabaron con casi todo: dinero, mentiras, voluntades, negocios, sobornos, descrédito.
Se enriquecerán más los de Moreira que andan por todo el gabinete. Los que pierden y los que ganan elecciones. Se quemarán más estos sin embargo y al cabo han perdido la vergüenza.
Sistema de Protección.
Para su personal impunidad creo Rubén a su Drácula Coahuilense, el Sistema Anticorrupción: Ley amañada, reglamento inhibidor de sanciones; fiscales y funcionarios, coludidos y cómplices. Con sueldos muy altos y canonjías varias.
Todo listo, unos días antes de dejar el poder. Todo fabricado a la par del nuevo Código Penal, para escabullirse de la ley, para poner reglas de impunidad (de rectrocracia, de maldad muy suya). Solo como ejemplo, el Código del horror prohíbe sancionar por delitos electorales, a los que ya se fueron. No así a los que se quedan… hay les hablan Riquelme y Fraustro.
Nada investigan de las empresas fantasma (lo sancionado por el congreso lo escondió Chema Fraustro para enfriarlo y ahí sigue, impune). Ninguna auditoría ha hecho la fiscalía anticorrupción (de protección), ninguna la fiscalía general (antes procuraduría).Ni la menor sanción a ningún ex gobernador, ni funcionario de los gabinetes del moreirato.
Perseguidos políticos.
Pero ahora que arrecian los tiempos electorales, en la víspera de los destapes, despierta de su letargo el fiscal anticorrupción (con minúsculas). Se deja ir contra los candidatos opositores en especial aquellos que están arriba en las encuestas y que competirán contra los hijos de Moreira, esos que Riquelme palomea (le palomean) para: el senado, las diputaciones federales y las alcaldías.
A estos perseguidos políticos los están haciendo víctimas. Está claro el interés y lo burdo del momento y del modo (y en política, “el modo es todo”).
Especial rencor (por temor) y dinamita dirigen a la Unión Democrática Coahuilense (UDC). Son 5 ex alcaldes a los que persiguen y tres son de UDC. Entre ellos al fundador y líder moral, Lenin Perez Rivera, ex alcalde de Cd. Acuña.
¿Qué Lenin esté en un ventajoso primer lugar en preferencia electoral para el 1er. Distrito Federal, (muy por encima de Fernando Purón ex alcalde de Piedras Negras y socio de Moreira), tendrá algo que ver con la persecución política y mediática?
Mentiras.
Riquelme llegó al gobierno tan deslegitimado, tan débil y atemorizado, que lanzo discursos de lástima política:
Dijo que “era momento de unidad, de dejar atrás los odios y rencores”.
Dijo que “los opositores en el congreso querían guerra y el paz”.
Dijo que “actuaría con la ley y que auditaría al gobierno de Moreira, que quien gobernaba en Coahuila era él”.
Y miren ahora: Manda a sus perros a perseguir opositores y nada hace para juzgar a sus patrones. Pide prestados mil millones a escondidas cuando en campaña prometió no hacerlo y cuando hacienda prohíbe a Coahuila endeudarse en 2018.
Cinco meses.
En cinco meses veremos quiénes ganan y quiénes pierden. Hay mucho rencor e impotencia social, mucho deseo de venganza. Y los votos de castigo ante la NO ANULACIÓN DE LA ELECCIÓN, se verán. El PRI va en tercer lugar en la carrera por la presidencia. Si Meade pierde, las fichas (y las fichitas), caerán.
Riquelme protegerá a Moreira. Eso lo liquidará políticamente.