Puede ser Calderón nuevo dirigente del PAN

El ex gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, todavía hombre de peso en la entidad del Bajío, ha comentado en los últimos días (en diversas reuniones privadas) que entre los mandatarios panistas comienza a instalarse una corriente que plantea, para después de las elecciones de julio, el inicio de la remoción de Marko Cortés. Con agregado más interesante todavía: explorar la posibilidad de que el ex presidente Felipe Calderón se reincorpore al partido para asumir la conducción.

La idea no es nueva, aunque Márquez le otorga ahora mayor volumen. En diciembre del año pasado el gobernador queretano Francisco Domínguez visualizaba un escenario en el cual Calderón fuera el gran replicante de los dichos de Andrés Manuel López Obrador en las mañaneras. “Él podría hacer lo que intenta hacer (Javier) Corral pero mucho mejor”, comentaba Domínguez. En esa línea suscriben figuras como Diego Sinhue (Guanajuato), Mauricio Vila (Yucatán), Martín Orozco (Aguascalientes) y Carlos Mendoza Davies (Baja California Sur).

LPO reveló que días atrás algunos senadores del panismo se reunieron a solas con Alejandro Junco De la Vega, dueño de Grupo Reforma, y que este les espetó directamente el hecho de que el partido saldrá mal librado de las elecciones de junio y sin ningún tipo de filtro diplomático recomendó un cambio en la dirigencia antes de ese mal momento.

Para los empresarios que están cerca del ex presidente esta idea es atractiva, especialmente porque no tendrían que desembolsar tanto dinero para el intento de este de crear su nuevo partido junto a Margarita Zavala. Además, como figuras pragmáticas, les resulta inentendible que en el partido sigan decidiendo figuras como Santiago Creel, a quien responsabilizan por la dura derrota del año pasado.

En esta tesis, Calderón podría ser el gran objetor de AMLO y sería funcional a aglutinar voto opositor detrás del PAN. Sería además la reversa al proceso de Ricardo Anaya y Ernesto Ruffo: Calderón implicaría el regreso de militantes al partido que salieron molestos con la depuración del padrón que utilizó Anaya para adueñarse de la conducción.

Margarita Zavala renunció al PAN cuando entendió que no habría piso parejo para competir por la candidatura en 2018, y Felipe Calderón se mantuvo adentro del blanquiazul con la esperanza que una buena elección de su esposa les daría margen para correr al anayismo. No ocurrió y Felipe renunció en noviembre.

No parece un problema. Con el apoyo de los gobernadores su regreso sería solo un trámite. Para ellos también es muy funcional porque les serviría como vocero crítico frente al Gobierno federal y les evitaría la confrontación, algo clave si se considera que necesitan apoyos del centro del país y que algunos de ellos tienen fuerte representación de Morena en sus legislativos.

La Política Online 

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