El presidente Vladimir Putin firmó el viernes los tratados por los cuales Rusia se anexó regiones ucranianas ocupadas por las tropas rusas.
Advirtió que protegerá “con todos los medios disponibles” el territorio que, de acuerdo con autoridades ucranianas y occidentales, Rusia ocupa de manera ilegítima y en violación del derecho internacional. El anuncio constituye una escalada importante tras la invasión iniciada hace siete meses.
En respuesta a las declaraciones de Putin, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo que está presentando una solicitud “acelerada” de ingreso a la alianza militar OTAN.
En un discurso previo a la ceremonia de firma de los tratados, Putin exhortó a Ucrania a mantener conversaciones para poner fin a los combates que comenzaron cuando ordenó la invasión del país vecino, pero advirtió que Rusia jamás cederá las regiones incorporadas y las defenderá como parte de su territorio soberano.
Putin insistió en que no discutirá la devolución de las regiones ocupadas, lo que lo puso en una trayectoria de colisión con el gobierno ucraniano y sus aliados occidentales, que han rechazado la ocupación.
En una ceremonia para anunciar la anexión de las partes ocupadas de Ucrania —en la opulenta Sala de San Jorge del Kremlin, blanca y dorada— Putin acusó a Occidente de alimentar las hostilidades como parte de lo que, según él, es un plan para convertir a Rusia en una “colonia” y una “multitud de esclavos”.
El endurecimiento de su posición, en el conflicto que ha matado y herido a decenas de miles de personas, aumentó aún más las tensiones, que ya se encontraban en niveles no vistos desde la Guerra Fría.
La Unión Europea respondió inmediatamente al último gesto de Putin con una declaración conjunta en la que rechazó y condenó “la anexión ilegal” de las cuatro regiones: Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia.
Los 27 Estados miembros de la UE dijeron que nunca reconocerán los referendos ilegales que Rusia organizó “como pretexto para esta nueva violación de la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”.
Ucrania prometió seguir luchando, y Zelensky anunció una solicitud “acelerada” de ingreso a la OTAN, aunque no quedó claro de inmediato qué significaría eso, ya que requiere el apoyo unánime de los miembros de la alianza.
“De facto, ya hemos demostrado la compatibilidad con las normas de la alianza. Son reales para Ucrania, reales en el campo de batalla y en todos los aspectos de nuestra interacción”, declaró Zelensky. “Confiamos los unos en los otros, nos ayudamos y nos protegemos. Esto es la alianza”.
La ceremonia fue organizada apenas tres días después de que finalizaron los “referendos” organizados por el Kremlin sobre la incorporación a Rusia, que Kiev y las potencias occidentales calificaron de robo de tierras a punta de pistola y basados en mentiras.
Putin, sin embargo, afirmó en la ceremonia que las autoridades ucranianas deben “tratar… con respeto” los resultados de la votación y dijo que Rusia jamás cederá el control de las cuatro regiones.
Las cámaras del Parlamento, controladas por el Kremlin, se reunirán la semana entrante para sellar los tratados y enviarlos a Putin para su sanción.
Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial de Ucrania, dijo que “seguimos trabajando y liberando territorios ucranianos y no prestamos atención a aquellos a quienes les ha llegado la hora de tomar píldoras. El ejército trabaja, Ucrania está unida. Marchamos hacia adelante”.
Moscú respalda las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk del este de Ucrania desde que declararon la independencia en 2014, semanas después de la anexión de la península de Crimea. Rusia tomó la región de Jersón en el sur y la vecina Zaporiyia poco después del inicio de la invasión el 24 de febrero.
Putin y sus lugartenientes han dicho que considerarán cualquier ofensiva de Ucrania para recuperarlas como un acto de agresión contra su territorio soberano y no vacilará en emplear en represalia “todos los medios disponibles”, en alusión al arsenal nuclear ruso.
Con las votaciones y la advertencia nuclear, Putin intenta evitar más derrotas en Ucrania que pondrían en peligro su régimen de 22 años.
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