Qatar y México: pasado, presente y futuro de 45 años de relaciones bilaterales

El gobierno de Qatar ve en México algo más que un proveedor: lo considera como una nación complementaria e igualitaria.

México y Qatar son ejemplo de una buena gestión diplomática. Se han consolidado elementos que establecen el sistema estructural que ha sostenido las relaciones bilaterales a lo largo de estos 45 años. Esto aún con la distancia geográfica que separa a ambos países y las diversidades culturales, sociales y políticas que, sin embargo, no han hecho más que unirlos.

La vinculación entre los Estados Unidos Mexicanos y el estado de Qatar nos remite a analizar a profundidad el concepto de “relaciones diplomáticas”. Por ejemplo, la Real Academia Española las describe como la institución secular mantenida entre dos estados sobre la base de consentimiento mutuo con la finalidad de presentación, protección de interés, negociaciones, información y fomento de la cooperación entre el sujeto acreditante y el sujeto receptor.

Las relaciones bilaterales entre Qatar y México comenzaron el 30 de junio de 1975 y se consolidaron después del bloqueo diplomático y económico impuesto a Qatar a mediados de 2017. Fue entonces que Qatar percibió en México a un país aliado. Además, se hizo evidente el valor que presenta Qatar para México como una puerta grande para expandir sus lazos económicos con el mundo árabe.

Las relaciones bilaterales entre ambos países son parte de la estrategia de Doha para impulsar su rol diplomático y pacífico en el mundo, espacio en el que México ocupa un lugar muy especial. El gobierno de Qatar ve en México algo más que un proveedor de productos: lo considera como una nación complementaria e igualitaria. Esta es una buena ocasión para romper un estigma que aun predomina en la perspectiva de la visión del mundo sobre Qatar y México. Aún con los avances tecnológicos y el fácil acceso a las informaciones, hay quienes creen que México es solo proveedor de limones, aguacates, carne bovina, entre otros. Por su parte, muchos desconocen el gran avance y la modernización que ha alcanzado Qatar. Estas ideas erróneas, por supuesto, no son el caso.

Se puede afirmar que las relaciones bilaterales entre ambas naciones, por disposición de sus mandatarios y aunado a la voluntad de sus pueblos, están en pleno florecimiento y darán buenos frutos. La relación entre ambos países será de gran éxito y provecho no solo para Qatar y México, sino para el mundo entero. Son la unión de México, cuyos recursos humanos, cultura y recursos esplendorosos constituyen el mejor pretexto para establecer el más profundo de los vínculos; con Qatar, una nación que, como su alteza el Emir Tamim bin Hamad Al-Thani la describe, “está construyendo un puente entre el presente y el futuro para  proveer una vida vibrante y próspera, país en el que hay justicia económica y social para todos, y en el que la naturaleza y el hombre están en armonía”.

Autor Embajador de Qatar en México.

El Economista

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