La compleja agenda bilateral con México enfrentará notables desafíos de llegar el demócrata Joe Biden a la Casa Blanca, con un foco en seguridad, medioambiente, energía, DD.HH. y regulaciones laborales.
“El contagio de coronavirus del presidente Donald Trump fue letal en términos políticos. Muchos votantes creen que se enfermó porque nunca tomó en serio la pandemia. La elección gira en torno de quién es la persona más capacitada para sacar a al país de la crisis pandémica y para reactivar la economía,” afirma la politóloga mexicana María Cristina Rosas González, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Las encuestas dan a Biden una ventaja de 9 puntos porcentuales, que desde hace varias semanas se mantiene estable.
El contagio de Trump, a un mes de las elecciones, puso en primer plano el problema crucial que afecta al gigante norteamericano, que lidera las cifras a nivel mundial por números de contagios y de muertes. Eso nunca estuvo en el radar del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, otro político que ha minimizado el peligro de la pandemia. AMLO visitó a Trump en julio pasado con motivo del nuevo Tratado de Libre Comercio T-MEC, y no se reunió con la oposición demócrata.
“López Obrador puso todos los huevos en una sola canasta. Apostó por un candidato sin la certeza de si iba a ganar. Que López Obrador no se haya reunido con la base demócrata no cayó bien”. Según Rosas González, si gana Biden habrá muchos problemas en la agenda bilateral.
Protección medioambiental
“Biden y Kamala Harris proponen el regreso de Estados Unidos al acuerdo climático de París. El tema medioambiental tendrá un alto perfil en su gobierno, que no lo tiene en el gobierno mexicano; este revirtió la reforma energética que buscaba incentivar energías limpias como la eólica y la solar. Está favoreciendo la construcción de refinerías, de carboníferas, que son las más contaminantes. Eso chocará con un gobierno de Biden en Estados Unidos”, destaca Rosas González.
Lora Viola, investigadora de la Universidad Libre de Berlín, coincide. “Trump apoyó la política energética de López Obrador con su enfoque en el petróleo y los combustibles fósiles, pero eso cambiaría con Biden. El demócrata propone un plan de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 y una estrategia de inversión regional con Canadá y México que se enfoque en energía limpia e infraestructura sostenible.”
En el tema migratorio, Trump se limitó a obligar a México a contener a los migrantes fuera de su territorio, mientras que Biden propone combatir las causas que provocan la migración, como el hambre y la pobreza. Según Lora Viola, si Biden llega a la presidencia, revertirá las medidas migratorias impuestas por Trump.
Fin a la retórica migratoria
“Biden pondrá fin a la construcción del muro fronterizo y ya anunció que quiere reforzar el control fronterizo en cooperación con México. También dará marcha atrás al los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, según sus siglas en inglés)”. A través del programa conocido como “Quédate en México”, Estados Unidos devolvió a unos 60.000 migrantes desde 2019 a territorio mexicano para que guarden ahí sus procesos de asilo.
En el plano comercial, pese a que Biden apoyó el T-MEC, y no dará marcha atrás, sí vigilará el cumplimiento de los acuerdos. “Elogió el establecimiento, propuesto por los demócratas, de organismos para garantizar que las fábricas mexicanas cumplan con las regulaciones de protección laboral, y castigar con aranceles a aquellas empresas que violen estas normas”, afirma Lora Viola.
Según Rosas González el tema salarial será muy complicado para México, y ya hay empresarios que piden períodos de gracia debido a la pandemia. “México se comprometió a elevar el salario de los trabajadores del sector automotriz, que tendrá un efecto dominó en otros sectores económicos del país. Eso va a ser un gran problema por la crisis, porque no se pueden negociar períodos de gracia para la entrada en vigor de las normas del T-MEC”.
Cooperación en materia de seguridad
Otro de los escollos en las relaciones bilaterales será la seguridad. La detención del general mexicano Salvador Cienfuegos a mediados de octubre en Los Ángeles, por presuntos vínculos con el narcotráfico, puso en entredicho la reputación de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la que fue titular bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto entre 2012 y 2018, y confirma la penetración de grupos criminales en las instituciones y estructuras de poder de México.
“El general Cienfuegos era señalado por actos de corrupción, pero no por narcotráfico. Eso ha sido una gran sorpresa para el gobierno y para la opinión pública. Con la captura de Genaro García Luna (Secretario de Seguridad durante el gobierno de Felipe Calderón 2006-2012) y ahora del general Cienfuegos, se podría hablar de una penetración del narcotráfico en el ámbito de seguridad”, afirma por su parte el experto en seguridad Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El presidente López Obrador recrimina a la DEA que no informara al gobierno mexicano de las investigaciones sobre el general realizadas en territorio nacional. Benítez Manaut considera fundamental la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad, y advierte sobre un nacionalismo mexicano que podría intentar detener las operaciones de inteligencia estadounidenses en territorio mexicano. “Si se corta la cadena de inteligencia, los únicos favorecidos serán los narcotraficantes”, destaca.
Hay esperanzas de que un gobierno demócrata en la Casa Blanca presione al gobierno mexicano en el tema de DD.HH. y el fortalecimiento del Estado de Derecho. “Las organizaciones criminales mexicanas extienden su control en Centroamérica y otros países del subcontinente, y periodistas, defensores de DD.HH, y la población en general, huye hacia Estados Unidos buscando asilo”, afirma por su parte, José Antonio Guevara Bermúdez, abogado especializado en DD.HH. y Derecho Penal Internacional.
El experto destaca que así como México ha sido muy tibio respecto a los abusos cometidos en Estados Unidos contra migrantes mexicanos, Trump ha sido muy cauteloso al no pronunciarse sobre la barbarie que se vive en México. “México es el país más peligroso para los periodistas en América Latina, y también para los defensores de los DD.HH. y del territorio. Normalmente Estados Unidos se hacía eco de los problemas de DD.HH. que había en México, pero no el gobierno de Trump”.
Guevara Bermúdez denuncia los ataques del gobierno de López Obrador a la libertad de prensa, periodistas y medios de comunicación, y afirma: “Se está debilitando el poder Judicial, los órganos autónomos de DD.HH. Yo creo que un gobierno demócrata podría ayudar a que México no siga caminando por esta vía”.
DW