Los nombres palidecieron, los líderes languidecieron, las figuras se desfiguraron. El PAN dejó de entender a la gente y se extravió del todo social, se comenzó a parecer tanto al PRI que se dificulta separarlos.
Se alejó de su gente, olvidó a sus militantes. Las dirigencias estatales una a una surgidas de la misma mente secuestradora del partido, dejaron de simular unidad y democracia. Nada atienden a las ideas y desafíos de los simpatizantes albiazules, su quehacer de dirigencia es casi el de una gerencia privada, de un administrador de negocios (¿les suena conocido?).
El PRI y MORENA andan alebrestados por la gubernatura de Coahuila, pero el PAN, no se da cuenta siquiera que se prepara una guerra y a ella van sin fusiles ni fusileros.
Uno de uno
El doctor Mario Dávila Delgado se ve desde ahora como una figura emergente que pudiera crecer y dar el tamaño para ser candidato a gobernador, pero es pronto para evaluar su paso por la alcaldía de Monclova a la que arribará el 1 de enero (su trabajo anterior es bueno, es serio y parece comprometido).
Pero, lo que se ve bien, luego puede cambiar: Miren lo que pasó con Marcelo Torres Cofiño, con una carrera sólida y siendo una buena persona, con liderazgo y sagacidad, tras su paso por el Congreso y su entrega al gobierno estatal (golpeteando solamente al presidente), se desdibujó al grado que perdió en Torreón y todo se derrumbó (dicen que es el señalado por Memo para ser dirigente estatal, sustituyendo al perdedor reiterado, Jesús De León Tello: “buen mensaje”: ¡quien pierde dirige!, y sí, las derrotas enseñan, pero ¿más derrotas?).
Miren a Alfredo Paredes o al experimentado, capaz y hábil Jorge Zermeño. Vuelan alto y luego se precipitan ¿la docilidad ante el PRI Gobierno los explica? Luis Fernando Salazar y José Ángel Pérez mejor se fueron a MORENA, Memo no deja pasar ni el agua.
Esther Quintana Salinas, otra buena mujer y política sólida, ya se cansó de perder, cuando antes ganaba. Nunca pudo ver el dinero del partido para sus campañas y como ella todos los que compiten: se quedan solos en plena elección, sospechando de acuerdos bajo la mesa.
Quemados
Claro que el PAN-Coahuila puede seguir obediente ante su cacique Guillermo Anaya Llamas y seguir con los cartuchos quemados en las candidaturas, el mismo Memo puede ocupar alguna, ser de nuevo candidato a gobernador para venderse de nuevo a Los Moreira.
O puede tener el PAN a algún candidato nuevo, uno que se aviente, valiente, surgido del padrón o salido de la SC pero simpatizante de la ideología (¿qué es eso?… ideología, me suena), y luego que el partido lo deje solo o hasta lo sabotee como a Tere Romo Castillón en Saltillo, que terminó denunciando al dirigente estatal por gandalla.
Rebelión
Pero hay otra solución, una de levantisca, de emancipación política, de rescate de la dignidad azul… que los panistas de hueso colorado se rebelen, se insubordinen y tomen la dirigencia por asalto; que la democraticen, abran al partido, que lo arrebaten de las garras intestinas de Anaya y su camarilla facciosa, para resurgir independiente, incluyente y humano.
¿No se dan cuenta que el PAN está a punto de perder el registro en la próxima contienda?, ¿no ven que ya no representa nada socialmente y hace el caldo gordo al PRI?, para que luego los del PRI-Gobierno lo usen y tiren, claro a cambio de alguna chamba y alguna notaría para algunos escogidos de Memo.
En la contienda del 6 de julio, los panistas de las colonias al norte de Saltillo, votaron por Chema Fraustro del PRI y no por su candidata Tere Romo ¿eso les dice algo?
… CONTINUARÁ.