El gobierno mexicano dio a conocer este viernes que sufrió un importante hackeo cibernético de datos en poder de las fuerzas armadas, incluyendo detalles sobre la condición médica del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su habitual conferencia matutina, el presidente dijo que la información publicada por medios de comunicación sobre el hackeo es auténtica, y confirmó las revelaciones sobre sus problemas de salud.
Las declaraciones de López Obrador se producen después de que el gobierno de Chile diera a conocer la semana pasada la sustracción de correos electrónicos de su Estado Mayor Conjunto (EMCO).
“Es cierto, hubo un ataque cibernético. Así le llaman al robo de información mediante estos mecanismos externos. Es gente especializada, no cualquiera lo hace. No sé si en México haya especialistas en este campo”, dijo López Obrador señalando que los presuntos responsables habían aprovechado un cambio en los sistemas informáticos del ejército mexicano.
El caso de México no es el único en Latinoamérica. Se presume que la organización accedió a más de 10 terabytes de datos que incluyen correos electrónicos de los ejércitos de El Salvador, Perú y Colombia, así como de la Policía Nacional de El Salvador, además de la filtración masiva en Chile. La parte de los datos de México parece ser la más grande, con un total de 6 terabytes filtrados.
En cuanto a Chile, la violación de sus sistemas de seguridad hizo que su ministra de defensa hiciera un viaje de emergencia desde Estados Unidos la semana pasada, mientras se encontraba en la Asamblea General de las Naciones Unidas con el presidente Gabriel Boric.
Según lo publicado por Enlace Hacktivista, un sitio web que documenta la historia hacker, la información obtenida por el grupo Guacamaya solo estará disponible para periodistas y otros investigadores por medio de solicitud. “ puede ser de interés para quienes investigan la militarización y ocupación del territorio Mapuche (en Chile)”, señala el sitio.
El comunicado de la organización también incluye un video y un poema que trata sobre el saqueo de América Latina (a la que se refiere como Abya Yala), por parte de los colonizadores y de los continuos objetivos extractivistas del “Norte Global”.
En México, el ataque accedió a seis terabytes de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con información sobre figuras criminales, correos electrónicos, transcripciones de comunicaciones y el seguimiento del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar. Los datos obtenidos por el megahackeo también incluyen detalles sobre el estado de salud del presidente de México.
El grupo de anónimos, autodenominados guerreros de la justicia social, afirma que utilizan la piratería informática para denunciar la injusticia y la corrupción en defensa de los pueblos indígenas
Los piratas informáticos de Guacamaya también hackearon y publicaron los correos electrónicos de una empresa minera acusada durante mucho tiempo de abusos contra los derechos humanos y el medio ambiente en Guatemala.
El grupo emitió un comunicado de 1,400 palabras en el que afirma que los militares y la policía de los países latinoamericanos, a menudo con un amplio entrenamiento por parte de Estados Unidos, son utilizados por los gobiernos “para mantener a sus habitantes prisioneros”.
“La policía minimiza el riesgo de que el pueblo ejerza su honorable derecho a la protesta, para destruir el sistema que lo oprime”, escribió el grupo.
En un intercambio de correos electrónicos reportado por Associated Press, los hackers dijeron que su revisión de los correos electrónicos de México hasta el momento indicaba que gran parte de la información ya estaba disponible públicamente y dudaban de que hubiera correos electrónicos “explosivos”, posiblemente porque las comunicaciones más sensibles estaban mejor protegidas. Sin embargo, agregaron que cuentan con pruebas de que los militares siguen de cerca los movimientos políticos y sociales.
Estos incluyen a los familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa que fueron desaparecidos forzadamente la noche del 26 de Septiembre de 2014 y supuestamente entregados para ser asesinados por el crimen organizado. También, el movimiento zapatista que protagonizó un levantamiento en 1994 en el sur de México y los grupos que se oponen al Tren Maya.
En lugar de buscar un beneficio monetario o un rescate por comprometer los sistemas de información del gobierno a través de un ciberataque, Guacamaya parece ser más una operación de “hacking y filtración” con objetivos de justicia social, según Associated Press.
En suma, las filtraciones de la agrupación son:
- SEDENA México (6 TB)
- Policía Nacional Civil de El Salvador (4 TB)
- Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia (275 GB)
- Fuerza Armada de El Salvador (50 GB)
- Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú (35 GB)
- Ejército del Perú (70 GB)
El periodista Carlos Loret fue el primero en informar los detalles de la enorme filtración. Dijo que la información muestra el poder que han adquirido las fuerzas armadas bajo el mandato de López Obrador, pues se ha encargado a los militares todo tipo de tareas, desde la construcción de infraestructuras hasta la supervisión de las aduanas.
Este mes se aprobó una ley que amplía las competencias de las fuerzas armadas en México para combatir la delincuencia, desafiando las críticas por los casos de abuso militar y la preocupación de que el gobierno esté militarizando la seguridad pública.
El hackeo a Sedena se produce después de que el gobierno revelara el jueves que el accidente de un helicóptero de la Marina tras operativo contra Caro Quintero se debió a que la aeronave se quedó sin combustible.
Reforma