El gobierno británico ha anunciado este jueves una dolorosa receta para paliar su crisis económica.
Y es que el ministro de Finanzas de Reino Unido, Jeremy Hunt, afirmó que el país ha entrado en una recesión económica y que la nación sufre la inflación más alta en 41 años.
La subida de precios se sitúa en una tasa superior al 11% poniendo en riesgo las economías familiares y el ecosistema empresarial británico.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) pronostica que la economía británica se contraerá un 1,4% el próximo año, antes de recuperarse un 1,3% en 2024.
Muchos economistas hablan de una “recesión técnica” cuando se contrae el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos trimestres consecutivos.
A principios de este mes, el Banco de Inglaterra ya advirtió que Reino Unido enfrentará su recesión más larga desde que comenzaron a llevar registros.
Ante este panorama, Hunt anunció un plan que contempla una mezcla de subidas de impuestos a ciudadanos y empresas, así como un programa de austeridad que pasa por subir los salarios públicos por debajo de la inflación y recortes presupuestarios.
El canciller dijo que el plan quiere abordar la crisis del costo de vida y “reconstruir nuestra economía”.
Las medidas quieren ahorrar al país unos 54.000 millones de libras y apuntalar las finanzas públicas, después de la reciente agitación política y económica del país.
Pero muchos creen que estas decisiones afectarán los ingresos de los hogares.
Vuelta a la austeridad nacional
Según el anuncio de Hunt, la deuda nacional de Reino Unido será 400.000 millones de libras esterlinas más alta de lo previsto en marzo.
“La esperanza es que unas finanzas públicas más sostenibles y unas perspectivas de inflación más bajas den margen para una eventual recuperación económica más aguda”, dice Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma eToro.
“Este presupuesto supone una dura combinación de subidas de impuestos y recortes de gastos por una suma que equivale al 1,7% del PIB, en un intento del gobierno por tapar el agujero financiero del país, afectado por la recesión y el aumento de los costes de financiación”, añade el analista.
“Las recesiones nunca son agradables, pero esta puede ser particularmente dolorosa. Las previsiones oficiales no solo dicen que ya estamos viendo una contracción de la actividad económica, sino que se contraerá un 1,4 % el próximo año”, explicó la corresponsal económica de la BBC Dharshini David.
“Una década de mejoras en la prosperidad habrá sido eliminada, golpeada por precios más altos y una creciente pérdida de empleos que se espera que sume más de 500.000”, añadió.
Jeremy Hunt “ha logrado un delicado equilibrio entre el apoyo económico a corto plazo -en forma de subvenciones energéticas- y la sostenibilidad fiscal a largo plazo”, dice Silvia Dall’Angelo, economista senior en Federated Hermes.
“Por ahora, esto es suficiente para transmitir la sensación de que el gobierno actual se toma en serio los problemas de sostenibilidad fiscal”, añadió.
BBC