Vaya con Reyes Flores Hurtado. La verdad es que su deambular por la política coahuilense da pena ajena.
El representante del Presidente Andrés Manuel López Obrador, no encuentra su lugar. Como que no sabe con qué carajos se come eso de “súperdelegado”, no conoce cuáles son las asignaciones o encomiendas que le dieron al asumir ese cargo que le concedieron por intervención directa de Armando Guadiana Tijerina, que no por méritos propios.
Así, en su condición de “alto mando” desprecia cuanta invitación se le hace porque todo parece pequeño para su grandeza, esa que cree tener, o que le ha hecho creer que tiene su padrino, el empresario carbonero que no se quita el sombrero ni para dormir por temor a que el viento se lleve sus ideas geniales.
Entre sus últimas hazañas, llama la atención el virulento ataque que lanzó contra el líder del Congreso del Estado, Marcelo Torres Cofiño, tan solo porque tuvo la ocurrencia de ayudar a ciudadanos que han presentado quejas contra Gas Natural de México que ya hizo sus propias tarifas de cobro dañando a miles de familias saltillenses.
El asunto aquí es que el gris funcionario federal sintió que esos asuntos deben ser resueltos por él y su súper delegación y nadie más debe tener injerencia en asuntos que competen a la federación, según su propio pensamiento.
En el caso de que así fuera, Reyes Flores debe demostrar, con hechos, que puede trabajar por el bienestar de los coahuilenses, o al menos ser el intermediario ante López Obrador para explicarle lo que sucede o deja de suceder en la entidad.
Pero dudo que el prófugo del panismo regional sepa que es lo que sucede a su alrededor y cuáles son los problemas en los que la federación debe intervenir y que no se reducen tan solo a buscar que la Comisión Federal de Electricidad reactive la compra de carbón de la Región Carbonífera para beneficio directo de su patrón Guadiana Tijerina.
Desgraciadamente el súper delegado cree que tiene la varita mágica para decidir qué problemas se resuelven, cuales se quedan pendientes y quiénes pueden participar en su solución y quien se atreve a “brincarlo” merece ser denostado con epítetos majaderos.
Reyes Flores debería entender que sus odios particulares no tienen cabida en la construcción de mejores horizontes para Coahuila y sus habitantes. Mejor debería apoyar al líder del Congreso para poner orden en Gas Natural de México, debería impulsar proyectos que protejan el acero de Monclova, que se proteja el agua de Parras, que se reduzcan las tarifas de luz eléctrica en el sur de la entidad donde en los últimos años las temperaturas ardientes han sido factor de daño al bolsillo de los ciudadanos porque tienen que recurrir a aparatos eléctricos para reducir la intensidad del calor.
Debería pensar en apoyar los programas de las guarderías cuya cancelación tanto daño ocasionó a las mujeres trabajadoras que se vieron obligadas a quedar desempleadas para encargarse del cuidado de sus hijos.
Ver la manera de castigar a los responsables de la crisis económica en que se encuentra inmersa la Sección 38 del SNTE y sus clínicas del magisterio. Tratar de que los saqueadores devuelvan lo que se han llevado y que pertenece legítimamente a los maestros.
Hay muchas cosas por hacer, en unidad, pero tal parece que al súper delegado no le interesa nada más que estar cuidando que nadie le arrebate el cargo que le regaló Guadiana ¿o debo decir López Obrador?