Aquel hermoso río Sabinas, de aguas corrientes y frondosos sabinos, es hoy un depósito de charcos aislados y secándose, de árboles tristes y vegetación moribunda; nada corre de agua porque los derramaderos de la sierra acabaron con la seca y lo poco que escurre es captado aguas abajo por algunos listillos.
(Imágenes de comparación del antes y el ahora del río Sabinas)
Así el río San Rodrigo y Los Manantiales, y por el estilo los ríos de La Laguna, así las presas con niveles bajísimos de captación y además, pagando agua para que Texas riegue sus cosechas (por un Acuerdo México-USA, obsoleto e injusto, del año 1912, que nadie se atreve a cancelar).
No llueve como antes en casi 4 años en Coahuila, pero hay sacas en ranchos particulares y se atrajeron a las regiones Norte y Carbonífera a empresas muy gastonas de agua que en nada ayudan al problema.
Una suerte de pozos privados se permitieron, hay pueblos donde las casas de los privilegiados (muchos funcionarios y exfuncionarios públicos) tienen uno o dos pozos cada una y riegan jardines enormes y llenan albercas de lujo, cuando la gente busca una tina de agua para tomar.
La cultura del agua debe cambiar.
En Coahuila se dejó correr el problema del agua y corremos a padecer lo que hoy Nuevo León llora.