Comerciantes de la zona centro de la ciudad denunciaron una ola de robos instantáneos que rebasan la reacción de las autoridades.
Señalaron que los atracos son cometidos a plena luz del día sin que puedan ser denunciados a través de los grupos de seguridad, pues “para cuando acuerdan el ladrón sale corriendo del negocio”, expresaron.
“Muchas veces los robos son de día y de forma instantánea, donde el ladrón toma algo de la mercancía o dinero de la caja y se sale corriendo sin que pueda ser detenido, porque no hay policías”, agregaron los comerciantes.
“Sabemos que hay una atención en los grupos de seguridad, que se mantienen reuniones con la Comisión de Seguridad, pero estos robos no cesan, manifestó Salvador Saade, líder de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico.
“Para cuando se reportan en los grupos de WhatsApp ya no hay rastro de los ladrones, y para cuando llega la patrulla, menos”, agregó el líder quien afirmó que se cometen al menos dos robos cada día en el sector.
Los comerciantes hicieron un llamado a las autoridades para que incrementen los rondines durante el día, además de la presencia de policías, no solo de tránsitos, sino de la Policía Preventiva.
Agregaron que además se han reportado saqueos de negocios durante las noches, mientras que “el problema de las farderas” tampoco cesa.
“Sabemos que no hay policías como antes, que ahora estamos sujetos solo a los grupos en redes, pero al menos en la zona centro hace falta más patrullaje y rondines de policías o su presencia de forma permanente”, sugirieron los locatarios.
Los atracos ya no solo se cometen en tiendas departamentales o de joyería, sino que también fruterías y panaderías son víctimas de las farderas.
En un recorrido hecho por el primer cuadro, se pudo observar a varios comercios que exhiben fotografías con los presuntos ladrones.
Los dueños de dichos establecimientos enfocan sus cámaras de vigilancia hacia la mercancía de más alto valor, para evitar ser víctimas de los delincuentes, quienes no solo roban mercancía, sino también celulares y monederos de los clientes.
De acuerdo con los encargados de dichas tiendas, la mayor parte de quienes roban la mercancía son hombres y mujeres de entre 30 y 45 años de edad, pero también algunos adultos mayores.
Vanguardia