El aun gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, fue citado sin previo aviso a Los Pinos. Lo recibiría el presidente Enrique Peña Nieto, fue la única información que recibió.
¿Qué debe llevar al acuerdo el señor gobernador?, apelaba al interlocutor, el servil secretario particular, Alfonso Yañez Arreola. Tajante el ayudante presidencial, sentenció… ¡que sea puntual!
Acudió puntual a la cita Rubén Moreira. El presidente lo recibe pocos minutos después de la hora fijada. Visiblemente nervioso, Moreira sonreía, (sobradamente). ¿Qué pasó en la cita, cuál fue el motivo de la intempestiva reunión, fue casual que está audiencia no solicitada se diera en esta fecha, en este día?
Los muchos críticos de Moreira y de su forma de gobernar, aseguran que Rubén fue llamado a cuentas por las denuncias en Texas que lo involucran con sobornos de un cártel criminal. Que el tono no fue amable y que el mensaje fue que estaba solo en este problema. Que más le valía enmendar la plana.
Los empleados de prensa del gobernador, y él mismo, aseguran que fue citado para felicitarlo por que gobierna muy bien y porque todo en Coahuila y su gobierno, es digno de emularse.
¿Cuál es la verdad, no lo sabremos pronto, pero lo sabremos? ¿Entre tanto, a usted, qué opinión le merece, estimado lector, Rubén Moreira fue censurado o felicitado por la presidencia? En este país nuestro, tan amado pero tan contradictorio, ambas posibilidades pudieron darse.
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2.5
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