Finlandia anunció el jueves que solicitará su ingreso en la OTAN “sin demora” y se espera que Suecia le siga, lo que sugiere que la invasión rusa de Ucrania provocará una expansión de la alianza militar occidental que Vladimir Putin pretendía evitar.
La decisión de los dos países nórdicos de abandonar la neutralidad que mantuvieron durante la Guerra Fría sería uno de los mayores cambios en la seguridad europea en décadas.
Moscú calificó el anuncio de Finlandia como una amenaza directa a Rusia y advirtió de represalias, incluyendo medidas “técnico-militares” no especificadas.
El anuncio se produjo en un momento en que la guerra de Rusia en Ucrania está sufriendo otro gran revés, con las fuerzas ucranianas expulsando a las tropas rusas de la región en torno a la segunda ciudad más grande, Járkov, su avance más rápido desde que obligó a Rusia a retirarse de la capital y el noreste hace más de un mes.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los finlandeses serían “calurosamente acogidos” y prometió un proceso de adhesión “fluido y rápido”.
Finlandia y Suecia son los dos países más grandes de la Unión Europea que aún no se han incorporado a la OTAN. La frontera de Finlandia, de 1.300 kilómetros, duplicará con creces la longitud del límite que comparten en la actualidad la alianza liderada por Estados Unidos y Rusia, lo que situará a los guardias de la OTAN a pocas horas de distancia del norte de San Petersburgo.
Finlandia debe solicitar el ingreso en la OTAN sin demora”, afirmaron el presidente Sauli Niinisto y la primera ministra Sanna Marin en una declaración conjunta, manifestando su esperanza de que los pasos para tomar la decisión “se tomen rápidamente en los próximos días”.
A la pregunta de si la adhesión de Finlandia supone una amenaza directa para Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, respondió: “Definitivamente. La expansión de la OTAN no hace que nuestro continente sea más estable y seguro”.
Esto no puede dejar de suscitar nuestro pesar, y es motivo de las correspondientes respuestas simétricas por nuestra parte”, añadió.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que Moscú se verá obligado a tomar “medidas de represalia, tanto de carácter técnico-militar como de otro tipo”, sin dar más detalles. Funcionarios rusos hablaron en el pasado de posibles medidas como el estacionamiento de misiles con armamento nuclear en el Mar Báltico.
“Mírese en el espejo”
Al preguntársele el miércoles si Finlandia provocaría a Rusia al entrar en la OTAN, Niinisto dijo: “Mi respuesta sería que (Putin) provocó esto. Mírese en el espejo”.
Cinco diplomáticos y funcionarios dijeron a Reuters que los aliados de la OTAN esperan que ambos países reciban la adhesión de forma rápida, lo que allanaría el camino para una mayor presencia de tropas en la región nórdica para defenderlos durante un período de ratificación de un año.
Putin citó la posible expansión de la OTAN como una de las principales razones por las que lanzó una “operación militar especial” en Ucrania en febrero.
La OTAN se describe a sí misma como una alianza defensiva, construida en torno a un tratado que declara que un ataque a un miembro es uno contra todos, concediendo a los aliados de Estados Unidos la protección del poderío de la superpotencia de Washington, incluido su arsenal nuclear.
Moscú lo considera una amenaza para su seguridad. Pero la decisión de Putin de invadir Ucrania ha cambiado la opinión pública nórdica, con partidos políticos que durante mucho tiempo habían apoyado la neutralidad y que ahora consideran que Rusia es una amenaza.
Contraataque Ucraniano
El jueves también se intensificaron las disputas sobre el suministro ruso de energía a Europa, que sigue siendo la mayor fuente de fondos de Moscú y de suministro de calor y energía de Europa, a pesar de la guerra y las sanciones.
En los últimos acontecimientos, Moscú dijo que detendría los flujos de gas a Alemania a través del principal gasoducto sobre Polonia, mientras que Kiev afirmó que no reabriría una ruta de gasoducto que cerró esta semana a menos que recupere el control de las áreas de los combatientes prorrusos. Los precios del gas en Europa aumentaron.
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el jueves el inicio de una investigación sobre los posibles crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas durante su ocupación de la zona cercana a Kiev, antes de ser expulsadas a finales de marzo.
En el frente, Ucrania montó una audaz contraofensiva en los últimos días, expulsando a las fuerzas rusas de las aldeas del norte y el este de Járkov que tenían en su poder desde el comienzo de la invasión.
Periodistas de Reuters confirmaron que Ucrania controla ahora el territorio que se extiende hasta las orillas del río Síverski Donets, a unos 40 kilómetros al este de Járkov. Hacia el norte, los ucranianos han ido avanzando hacia la frontera rusa. El miércoles anunciaron la reconquista del pueblo de Pytomnyk, a medio camino de la frontera.
La retirada de las fuerzas rusas de la (región) de Járkov es un reconocimiento tácito de la incapacidad de Rusia para capturar ciudades ucranianas clave en las que esperaban una resistencia limitada por parte de la población”, dijo el Ministerio de Defensa británico en una actualización.