Saltillo. Oscar Flores Tapia

Tus calles recostadas
son como mil doncellas
que admiran encantadas
su enamorado azul.

Tus templos son joyeles,
tus sierras el encaje
que acusan tu linaje
de oro y esplendor.

Canta la primavera
con gusto en tus jardines,
se escuchan los delfines
en tus enredaderas.

Tus fuentes acarician
con una voz de seda,
murmura tu Alameda
una canción de amor.

En tus verdes praderas
en íntimo decoro
deshojarse las flores
de pétalos de oro.

Las blancas alboradas
despiden las estrellas
y en ti ya son más bellas
al resplandor del sol.

Para ti no hay inviernos,
apenas si hay estío,
se escuchan los gorjeos
por todo el caserío:

El canto de las aves,
el trino mañanero,
el grito del arriero
en una confusión.

Se oye “El Turronero”
que va por esas calles
cantando con detalles
su admirable pregón.

Así es mi Saltillo;
como una novia bonita
camino del altar.

Su boca fresquecita,
su cara limpiecita,
tranquila, quietecita,
adornada con azahar.






Jueves, 9 de octubre de 2014.
Poema de Oscar Flores Tapia en 1946, Saltillo
El poema que inspiró el cambio total de Saltillo de 1975 a 1981

Por: Luis E. GALINDO Carrillo.
Los versos del poema “SALTILLO” los publicó en 1946 el gobernador de Coahuila que transformó al estado y en particular a Saltillo, al quererla como su novia, sin embargo, dice él mismo, pudo haberlos escrito 25 años antes.

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