Alumnos de la Universidad Americana del Noreste en Saltillo iniciaron una huelga este lunes para denunciar la imposición de cursos adicionales que, según afirman, son obligatorios y tienen un costo elevado.
La protesta en la que participaron alumnos de diversas disciplinas en la entrada principal del campus, se enfocó en denunciar lo que consideran un abuso económico y académico.
Los estudiantes exhibieron pancartas con mensajes como “Fuera Lottus” y “Di no a Potencia”, en rechazo a las nuevas políticas implementadas tras la reciente alianza de la universidad con Lottus Education.
Durante la manifestación, los inconformes bloquearon uno de los carriles del bulevar Musa de León, donde se ubica el edificio principal de la universidad, para exponer sus demandas.
El movimiento, autodenominado como una huelga, resalta que los cursos obligatorios tienen un costo de casi tres mil pesos, sin un beneficio claro para su formación académica.
Entre las principales quejas de los estudiantes, destaca que los cursos en cuestión están disponibles de forma gratuita en internet, lo que ha causado indignación entre la comunidad estudiantil.
Además, señalan que los altos costos de inscripción, que ascienden a ocho mil pesos, y las colegiaturas mensuales de cuatro mil pesos, no se reflejan en mejoras en la infraestructura del campus, la cual presenta deficiencias como la falta de papel en los baños.
Los manifestantes también criticaron las condiciones laborales de los docentes, quienes, aseguran, no reciben salarios justos ni acordes a los estándares de una institución privada. Asimismo, denunciaron que han sido amenazados con la expulsión si continúan con la huelga.
En un pliego petitorio que entregaron a las autoridades universitarias, los estudiantes exigen que los cursos adicionales sean opcionales, y piden transparencia en el uso de los recursos, solicitando un informe detallado de los ingresos generados por las cuotas estudiantiles.
Aunque reconocen que la universidad ofrece becas, insisten en que el uso de estos recursos no se refleja en las instalaciones, las cuales, advierten, ponen en riesgo la seguridad de la comunidad estudiantil.