En Coahuila y su gobierno, “nada es lo que es, como nada lo que parece”. Los perfiles profesionales no parecen ser relevantes al seleccionar titulares. La todología sigue siendo la premisa fundamental de un gobierno sin planeación y sin congruencia programática. Y claro, es este el gobierno del gordo fachas. ¿Fachas para vestir, fachas para simular y fachas para gobernar!
En el sexenio del primer Moreira, se anunciaba que un profesor sería gobernador. Pero algunos maestros (ligados a fachas) han dicho que el bailador fue expulsado de la Normal por el director, el neorositense, Prof. Sergio Reséndiz Boone, (por rijoso y reprobado). Y que fue a parar a Parras a una sucursal de Educación Física, donde con “cierta ayuda”, conseguiría un documento de aprobación (que nadie conoce).
Cierto es que bailador ha anunciado maestrías y estudios en ibérica estancia barcelonesa: que en una etapa fue “de negocios”, en otra “de estudios” y una más “de reclusorio de lujo real” (Soto del Real). Para acreditar una maestría y recibir el certificado de grado en México, primero hay que tener un título profesional, afín, y la cédula profesional correspondiente. La inscripción en España debiera haber exigido que “el profe” presentara su título y cédula, y quizás y solo quizás, las presentó… los agoreros del gordo (ex colaboradores de Humberto), dicen que no.
De acuerdo a las funciones y atribuciones de ley, es la contraloría o su equivalente (secretaría de fiscalización y rendición de cuentas), la encargada de validar y sancionar los perfiles profesionales, en concordancia con las características programáticas de los puestos, en una administración pública. Está claro que, en Coahuila, ni al gobernador ni menos a su designado en la SEFIR, les interesa cumplir la ley, ni les inquieta la pertinencia del gabinete, en atención a sus atribuciones.
Y si un gobernador no está calificado por sus estudios (hay te hablan Moreira), no es esperable que la pertinencia programática, la planeación estratégica (por indicadores), ni los perfiles profesionales del gabinete, sean característica fundamental de su gobierno. Es por eso que este desgobierno de fachas, es el gobierno de las mentiras (la simulación y el bote pronto). El sexenio de las ocurrencias (al humor del monarca y LA JEFA FANTASMA, que siempre va: de mal a peor, ni a cual irle, recalan uno sobre el otro y ambos, “pero separados”, sobre Coahuila y los coahuilenses).
Las gentes cercanas al bailador alertaron que el gordo fachas no era profesor recibido, que no tiene título de abogado y que, por consecuencia, no tiene cédula profesional. Al principio pensaron algunos periodistas (a quien nos llegaron esos datos, al mismo tiempo y por la misma fuente afín a Humberto) que era solo venganza lógica de un hermano caníbal al otro, por haberse filtrado los datos de Humberto (“corrido de la Normal y refugiado en Parras”).
Pero luego, se consultaron páginas de transparencia en Coahuila, en la SEP estatal y en las páginas de profesiones de la SEP federal y de transparencia de títulos, grados y cédulas; y nada. Nada aparece a nombre de Rubén Ignacio Moreira Valdez (“con z”). No conforme con la filtración, en otro correo, (tenemos copia), se nos hicieron llegar más consultas a las paginas mencionadas, con el mismo resultado (sin datos de títulos, cédulas ni grados, del gordo fachas). ¿Que fachas son estas!
¡Gabinete reprobado!
Ya hemos visto lo que sucede con un gobierno entre familiares (que se hereda nepóticamente, y sucede al otro). Uno de hermano al hermano, uno del Moreirato (de sin título y sin papeles), uno de beneficiario y tapadera de otro. Y los negocios, cual rosa de los vientos: Como brújula que marque el norte (¿quieres que te de un norte?), y como la agenda toda (una nueva forma de gobernar).