Humberto Moreira, el bailador, tenía claro su propósito. Pensaba (aunque el gordo fachas se empeñe en hacer pensar lo contrario, que él es el único que piensa y que lo hace por ambos). Nadie ha dicho que Los Moreira “sean tontos”, son muy listos, demasiado para mi gusto. Inteligentes, con hambre de poder y dinero, ambiciosos; sin escrúpulos. Es esta una letal combinación.
Les digo que el profe pensaba, que tenía claro que él sería candidato a la presidencia de la república (y no como su mentor el señor vanidades (EMyM, que solo lo intentó y muy lejano quedó en su intentona). ¿Recuerdan, quiénes se placeaban junto con Enrique Martínez y Martínez, como aspirantes?
Tomás Yarrington (exGober de Tamaulipas, hoy preso en Italia), Manuel Ángel Núñez Soto (exGober de Hidalgo, ex encargado del proyecto del nuevo aeropuerto de la CDdeMX), desaparecido político. Conformaban el TUCOM (antes de las elecciones del 2006; todos unidos contra Madrazo). Además de ellos, lo integraban, del EDOMEX Arturo Montiel Rojas (tío de Peña Nieto y quemado político) y el sinaloense Enrique Jackson Ramírez (tiene 71 años, no ha podido ser gobernador; es diputado federal pluri).
Olvidaba decir que Roberto (“el Moretón”) Madrazo Pintado, fue candidato a la presidencia, llevando al PRI al tercer sitio electoral. (¿El TUCOM jugó en contra de Madrazo; y por ende en contra del PRI, por eso la debacle estrepitosa del tricolor; segunda derrota consecutiva, y el PAN en el poder bisexenal?
No perdamos de vista las fechas. Cuando se sucedía este placeo y el saboteo a Madrazo (que ganó la candidatura pero pagó la cuenta), era presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006). La presidencia finalmente fue disputada por: PAN, Felipe Calderón Hinojosa, Coalición Por El Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, Alianza Por México (PRI), Roberto Madrazo Pintado, Alternativa Social y Campesina, Patricia Mercado Castro. Ya sabemos que Felipe Calderón (haiga sido como haiga sido) fue el presidente (2006-2012). Madrazo y Andrés Manuel, son dos tabasqueños con enemistad añeja, compitieron por la gubernatura (ganó Madrazo).
No había papá en el PRI (presidente que mandara sobre los gobernadores), por segundo sexenio consecutivo. Los gobernadores se convirtieron, paulatinamente, en Virreyes de sus provincias estatales. El sexenio del bailador, no fue por mucho la excepción. Digan lo que digan, los excedentes petroleros dieron un sobre presupuesto a los mandatarios de la época, mayor al doble anual.
(Una acotación, para seguir el cuento: ¿Explíqueme entonces, por qué endeudarse (tanto) si recibieron dinero excedente, millonario?).
Bailador se vio. La maestra Elba Esther Gordillo Morales, era la líder del gremio más importante del país. Ella había ayudado a Felipe Calderón a llegar a la silla, y había sido la fuerza decisiva para sentar a Felipe, aún con la sospecha y denuncia del fraude electoral, que López Obrador gritaba (en su casilla por casilla, voto por voto).
Entonces, aliado con la maestra y con su hermano Rubén (operando el estado a sus anchas y juntando para la deseada campaña presidencial, o para comprar la candidatura, vía los íntimos amigos de Torres Charles, “los de las suburban retacadas de maletas”). Bailador urdió el plan.
Para hacerse notar desde la provincia lejana y ausente (antes Coahuila no figuraba ni en el mapa, cuando menos no en el mapa chilango, el del centro del país donde se cocinaban los caldos políticos), y para no terminar como Martínez, debía incitar la controversia nacional. Varias declaraciones controversiales y luego…¡Un pleito con Calderón! Era la solución ideal, el plan urdido.
Retar al presidente de oposición y hacerlo desde el norte, haría surgir una figura emergente, cual liderazgo nuevo. El CEN del PRI, dividido y flaco, dependía del dinero de los gobernadores (Moreira empezó a saber para lo que le serviría el dinero ajeno de Coahuila). El magisterio apuntalaría la andanada calderonista.
El pleito con Calderón Hinojosa empezó desde un escritorio y fue detonado por un asesor externo. Felipe Calderón fue el último en enterarse que se querían (y pelearían) con él. Y cayó en el juego, rápidamente.
Un pleito vacío de fondo, terminó en los odios actuales. A la par del pelito urdido, el gobierno de Coahuila iniciaba apenas, su suerte actual. Trajeron militares a disfrazar una seguridad simulada. Los carteles se posicionaban desde y en estado, como en su casa (dice Isabel Arvide Limón, en sus libros de investigación: “Mis Generales y “Entre Políticos y Ladrones”. En el último libro, dedica un capítulo entero al bailador). La periodista “castrense”, había llegado a Coahuila, a la par de los militares.
“Los jefes de Los Zetas vivían en Coahuila, cómodamente”, dice el expresidente Felipe Calderón, en su última visita al estado (el Registro de Memo Anaya, su compadre); y menciona su nombres y apodos. “Tuve que mandar a La Marina a poner orden y encarcelar a estos jefes. Humberto Moreira (el gobernador) se enojó y me reclamó, que si Coahuila no tenía mar, para que La Marina”.
Continuará…
(Foto: Ariel Gutiérrez/cuartoscuro.com)