En lugar de pegar tafetanes o de echar andar la operación cicatriz, obvia en estos casos de elecciones raspadas y de grupos dolidos, se optó por pisar a los caídos. Las ideas del gordo fueron otras. Entonces, el hermano menor era el cómplice (del odio de raza y de clase), luego, se invirtieron los papeles (las complicidades de los negocios y del dinero, mandan ahora).
Destruir a los grupos políticos al interior del PRI, era la prioridad.
Rubén, llamó a David Aguillón Rosales. Hay que juntarnos inquirió el gordo ¿En tu casa de interés social o en la mía?, respondió solicito el entonces famélico funcionario, de cuarto nivel. El profe va a llamar a sus amigotes, puro vago y pendenciero (imagina: Fausto Procurador, Ariel Maldonado Secretario de Gobierno, Samuel en Finanzas, Indalecio en Sedesol, Zamora en Educación); no, de ninguna manera. Él cree que ganó solo, pero sin mí ¡Humberto no es nada, no es nadie!
Con los compromisos que nos quitamos “al enfriar a Martínez”, y sus ínfulas, el camino está despejado. Mira, piensa en gente de otros equipos, hay que desmembrarlos (David). Hoy, y para la que sigue…
Los grillos (Guerrero, La Coneja, El Diablo, etc.), que se vayan a México, allá que piquen piedra. A los de aquí, los sometemos, desarticulamos y desaparecemos, si fuera necesario ¿Del mapa político Jefe, a eso te refieres?, no te asustes Aguillón, no se requiere más. Si no me asusto patrón, solo que pensé que faltaba tiempo. Acuérdate que yo sigo y que “nadie se puede atravesar”, ni Beto siquiera. La campaña por “más Moreira”, empieza hoy; y quién sabe cuándo termine jajajaja, já.
Oscar Pimentel había operado La Laguna, mandado a la guerra; enfrentándose contra sus paisanos sanpetrinos, Raúl Sifuentes y Javier Guerrero. Que vaya a la Secretaría General de Gobierno, dictó Rubén, pero ojo; que se le quite lo de General, que ahora solo sea de Gobierno. Piensen en el engolado Pimentel sintiéndose General. Unos meses, lo empequeñecemos y te nombramos a ti en su lugar, David.
El control de la Procuraduría, convertida luego en Fiscalía Especial (englobando seguridad y justicia), fue cuidada al extremo por el abogado sin cédula. El tema del crimen y los malos, era prioritario para Rubén. El profe, no pudo o no quiso hacer nada para evitar el control de su hermano; sobre esos quehaceres, sobre ese filón.
¿Por qué o cómo, el gordo desangelado y pobre, con una carrera mediocre, sin un solo mérito; tomó las riendas de la Gubernatura Electa, ganada por Humberto, incluso de la organización del nuevo Gabinete? Nadie acierta a explicar qué “razones íntimas había en la familia” para esa sumisión personal y política.
La estrategia de Rubén, empezó a tomar forma. Nombres de acomodo se citaban en las primeras listas del nuevo Gabinete de Humberto. Los amigos del profe, sabían lo que pasaba. Veían a su líder, dejando de serlo, sucumbiendo a la hegemonía del gordo fachas. La debacle del Humbertismo, empezaba. De ahí y para siempre, solo luciría en lo que al “Plan” conviniese, reía Rubén.
Esa necesidad existencial, de superación social, de minusvalía emocional: “Poder y Dinero”, en mayúsculas. Esa dupla perversa de cosas por tener, para así poder ser (algo, sentirse algo), eso lo explica todo. Coahuila perece, ante esos complejos de ayer y esos afanes de hoy; ante esa argucia de siempre.
Iniciaba el primer gobierno Moreira, hace poco más de diez años. Con ellos, “los Moreira”:
iniciaba la interminable “Ruta de la Deuda”, y del dinero.
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