Otra vez la Secretaría de Gobierno se le iba a David Aguillón Rosales (no entendía por qué, si era “tan leal”; pero su lealtad debía estar atenta a los negociosa con los medios y la publicidad, los existentes y los simulados). Llagaba Armando Luna Canales a reforzar el control de Rubén y a preparar los cambios de fondo en pos del gobierno continuado, ajustarse al Plan; le recordaba el gordo al profe. Ramos Gloria como fue tan piadoso y pulcro, fue enviado a dirigir la Comisión de Derechos Humanos. (Esas disciplinas de ayer, explican los compromisos de hoy).
Fausto Destenave Kuri tenía que sucumbir. Para el gordo fachas, controlar la “seguridad y la justicia” era vital, eso lo hemos contado en anteriores capítulos (ello es evidente ahora, al paso de los años; evidente por la inexplicable fortuna y sus propiedades millonarias, solo su Casa Blanca de cien millones en San Alberto, es descarada, pero están sus ranchos, La Quinta de Viesca, la Casa en Torreón, los negocios en Sudamérica y en Asia; los multimillonarios negocios del carbón, las constructoras, los magnos negocios de publicidad y prensa, los negocios en Hidalgo, y con los de Hidalgo, etc., etc.).
Quitar el control a una persona leal al profe, se hacía urgente. La diferencias de actuar entre el Procurador Jesús Torres Charles y el Secretario de Seguridad Pública, Fausto Destenave; contrastaban. Se evidenciaba la complacencia del Procurador (ordenada por el gordo) y el freno desde la SSP (sostenido por el profe).
Rubén tenía la solución total… Desaparecer las dos áreas, y fusionarlas en una: La Fiscalía Especial. Al cargo, por supuesto, su alfil y “contacto ante aquellos”, Jesús Torres Charles (las mantas que lo relacionan no esperaron mejores tiempos, hay tanta evidencia, allende las mantas; que denuncia la complicidad y la colusión criminal).
Los encargos del nuevo Fiscal Especial, eran especiales. El abogado Destenave Kuri, a CEAS (Comisión Estatal de Agua y Saneamiento), y que al cabo su papá (Don Fausto) es experto en agua y ecología ¿Fausto salía limpio?, ¿por eso salía, por limpio y por humbertista; habían transcurrido acaso varios años de la administración del profe, y urgía un ajuste de esta conveniente dimensión?
Con la Fiscalía Especial (y sobre todo con su sentido amplio “de cobertura y coptación”), se creaba un monstruo administrativo, con facultades plenipotenciarias. Uno que rompía el paradigma nacional (las reglas del juego, vigentes y operativamente convenientes), de que la justicia y el control de la seguridad no debían estar unidos ni menos aún en manos de una sola persona, de un solo mando. El riesgo inminente, “llevar todo (en paquete) a manos de indeseables”. Así, con ese proyecto abominable (solo imaginado por mentes torcidas y maquiavélicas), puede entenderse la inercia opositora actual, al Mando Único Policial.
(¿Es este el verdadero monstruo al que cínicamente invocara Rubén Moreira, en su Cuarto Informe, buscando nuevamente confundir al público y enlodar a su hermano Humberto (tan aliado para el dinero y tan molesto para el poder), sin darse cuenta que el zoquete que los cubre a ambos, fue notado por la gente noble de Coahuila; con prístina evidencia, con asqueante indignación?).
¿Es este monstruo “que entregó el estado”, que tiene que ver con el dinero en Bahamas, con el dinero en Texas, que tiene que ver con tantos miles de desaparecidos, que tiene que ver con las fortunas tan ostentosas como inexplicables, que tiene que ver con tantos funcionarios embarrados y tan metidos en el ajo que aunque cobran algunas migajas de millones de pesos están al borde del infarto por el desgaste de tantos años de cinismo y mentiras, que tienen que ver con tantos negocios y prestanombres para esconder las incontables compras y adquisiciones: en ese gobierno del profe, en el de Jorge Torres López y en el actual del gordo fachas, cómplices, beneficiarios y solapadores; todos?
(Al final, ambos Moreira, se enzoquetaron hasta la nariz, y escurren agua sanguinolenta, formando charcos de inmundicia, por el dinero fácil, “por los negocios y el lavado, denunciados en Texas y España”, por las propiedades y los prestanombres, por el enriquecimiento inexplicable y salpican agua negra y pus de una infección que supura y huele tan mal, que trasciende las fronteras y los océanos y que ensucia a tantos, por golosos. De lo que por fortuna, ya somos testigos todos).
Humberto Moreira dejó actuar a su hermano aun en contra “de sus amigos”; ya el gordo le había explicado las conveniencias del trabajo sucio, “mediante leales”. Cierto es que el gordo ya mandaba en el sexenio, pero va descubriéndose que el profe no actuaba a ciegas, solo dejaba actuar al otro Moreira, en terrenos que él gozaba y goza, pero que simulaba para no evidenciarse.
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