…Pocos funcionarios del actual gabinete han defendido tan airadamente a Humberto Moreira Valdés. Pero el que más, con mucho mayor vehemencia que el mismo gobernador, fue José María Fraustro Siller, líder del congreso. Y esto es harto extraño, ¿recuerdan algún cargo de Chema en el gabinete del sexenio anterior?
La relación del profe, entonces secretario de educación y luego alcalde de Saltillo, con el inge (Fraustro, no vayan a pensar…, aunque amigos son todos ellos), nunca fue buena. No era sencillo que lo fuera, la cercanía extrema de Chema con Enrique Martínez y Martínez (nadie más cerca), no lo permitía. Dicen que tras bambalinas, en los pasillos de Palacio Rosa, en tiempos de EMyM como gobernador, “el travieso Martínez” hacía que Daniel Garza Ortiz de Montellano hiciera encontradizos a ambos personajes, rondando las antesalas. Luego, todos en el equipo, veían y sonreían entre dientes, por el espectáculo; ese; el de los celos políticos. (No dijo el gober a Daniel que gozara el despepite, “pero era claro que lo hacía”).
Sendos cargos disfrutó Chema en tiempos de Enrique Martínez. Sus casas, ranchos en Acuña y Múzquiz; y propiedades, aumentaron. Un aula de la entonces UAC (de la que Fraustro Siller era dueño, y sigue siendo), lleva su nombre. Fue un tributo a la amistad excelsa, fue un homenaje al entrañable rector de la universidad; que no egresó de ella, lo hizo del ITESM, con esas becas de cuota y crédito.
Pero en una mente calculadora no todo es felicidad ni entrega. Ni las trasnochadas y amanecidas en la magna Quinta de Los Silleres (aquellas propiedades de los Ruíz Esparza, la familia de Mary Carmen. La finca con jacuzzi, donde al invitado estrella se le perdía el celular para luego regresar por el), hicieron mella anímica. Usufructuó el sexenio y el amiguismo, lo apoyaron para la subsecretaría con Fox, y la otra en NL (durante el sexenio del bailador, que lógico es que no lo quería como EMyM; ni cerca de él, en su gobierno).
Rectores iban y venían, empezando por él mismo, de a dos veces (Chema), y todos los sucesivos, todos. Y bueno dicen sus amigos que hasta los jardineros de la finca y los ranchos, y las viandas, y los emolumentos discrecionales, y la boda en la playa. Y la gasolina y los viáticos y los recomendados, y las becas… En fin, ¡no hay fin!
Y Chema tiene virtudes reconocidas, es inteligente y hábil, marea a los Ipecos con singular alegría, los mete a programas con Los Moreira (contra la pobreza y de obras varias, donde el dinero quien sabe dónde ande, pregunten a los masecos de Banorte, donde quedaron los cien millones que donaron para reconstruir Acuña y Piedras Negras), y se toman fotos y selfis, y validan informes de los gobernadores Moreira, de ambos; y firman créditos; y hasta avalan el Moreirato. O cuando menos, hasta los primos de Chilo y Jorge Torres, no se han dado cuenta del juego perverso.
Pero en las virtudes de José María no destaca la lealtad sino el acomodamiento. Y así ha dejado a “tantos amigos” en la estacada. Y así dejó a Martínez, se aburrió o cambió de emociones y se fue con el gordo fachas. Y es que, si a maquiaveladas van, Chema es solo alumno de Rubén. El gordo le dijo que él era insigne y aval natural, que lo requería de diputado, que un cargo de elección popular su partido se lo debía. Y así Chema llegó a los cargos de elección …, (esos que tanto le rogó Enrique que aceptara, esos con los que jugaban a hacer enojar al profe, cuando le decían en directo, en rumores y en columnas, que Chema sería alcalde de Saltillo, o que sería el sucesor en la gubernatura, y entonces, el profe corría a contentar al gober. Y Rubén le dijo, que a él le valía que no se quisiera con su hermano.
Chema le dijo siempre a Martínez y Martínez que lo suyo eran los cargos administrativos y educativos en particular. ¿Cuándo cambió Chema, cuando conoció bien al gordo fachas lo hizo, y entonces se arrepintió o Rubén le llegó “al sentimiento ranchero”, y logró vencer su miedo a las elecciones, a perder? Le ofreció la lideratura del congreso y le dijo que tenía “cuerpo de gobernador”. Y Chema sigue creyendo eso, le agrada creer, le conviene creer. No entiende que fue diputado por que la maquinaria de Álvaro le trabajo el distrito. Que hay gente buena para lo administrativo y mala para lo electoral (que Rubén sabe tanto de ello, que el popular es el profe y que Álvaro, con el dinero para las lideresas, hasta bonito les parece).
En el juego cicuta y perverso de fachas, la agenda de septiembre a febrero contempla subir a la silla voladora a varios ilusos (como este), para luego decirles que declinen a favor de Riquelme, como si fueran de verdad (pregunten a Tereso Medina, que hoy apenas asimila la madreada, del “socio y amigo”).
Si hoy fueran las elecciones, el PAN (sin candidato), ganaría con veinte puntos al desgastado PRI, ese vapuleado tricolor de este Moreirato. De que candidato escoja el PRI, de cómo lo seleccionen, de la unidad que prevalezca, de si es ganador o perdedor, de sus positivos y negativos para las encuestas y para el voto, de su cercanía o lejanía con el Moreirato; de ello depende de si la diferencia se acorta con el albiazul.
Pero algo es seguro, un candidato barato, apático, enriquecido inexplicablemente, y desleal como principio, no será carta nunca. Y se aplica aquí el dicho popular, relativo a los que traicionan: ¡Perro que come…!
Continuará…
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