…Cómo abordar aquellos episodios sangrientos y macabros, del gobierno del profe, sin traer a cuento a la asesora en seguridad, Isabel Arvide Limón (experta y miliciana; periodista y editorialista, decana de la fuente miliar y corresponsal de guerras) y con ella, a la hegemonía siniestra del gordo fachas.
Autora de nueve obras de análisis político y una novela policiaca, la señora Isabel Arvide Limón, en su nuevo y exitoso libro: “ENTRE POLÍTICOS Y RUFIANES”, (para nuestro orgullo, columnista regular en ColumansdeMexicvo.com), en su denuncia en turno, dedica íntegro el octavo capítulo a “El Profe Humberto Moreira Valdés”, y a su accidentado paso por la gubernatura.
“Comencemos a contar la historia de una trágica tragedia familiar de dos hermanos gobernadores de Coahuila…”. Capítulo ocho, página 155.
Las preguntas de inicio: ¿Cuánto dinero de la deuda pública del estado de Coahuila, más de 30,000 millones de pesos, agenciado durante el gobierno de Humberto Moreira, fue utilizado para la promoción del gobernador Enrique Peña Nieto? ¿Es cierto que 1,000 millones, de los 3,000 millones de pesos que de manera fraudulenta, se obtuvieron de un banco como como parte de esa deuda pública, fueron para financiar a Antorcha Campesina, en su participación durante la campaña de Enrique Peña nieto?
¿Cuánto dinero del erario se le entregó al presidente del PRI estatal, Rubén Moreira, para financiar las campañas de diputados locales, federales y presidentes municipales donde se inmovilizó al PAN? ¿De qué vive el profesor Moreira además de “la renta de sus espectaculares” en Coahuila?
Primero la llamada al DF (del profe, a buscar a la señora Arvide), luego la comida, prolongada hasta la noche. La siguiente vez, apareció Rubén. “Para cualquiera que fuera el paso siguiente se necesitaba el visto bueno del hermano. Para todo. No hubo funcionario público que no fuera cercano, impuesto, colocado, supervisado por Rubén. Ese fue el inicio. Es fue el final. (Y no es que no le diera la cabeza a Humberto Moreira, para nada, no es tontito, sino que parecía que así los habían educado. La cabeza, el pensante, al que había que escuchar era Rubén)”.
“Cuando fui a Los Pinos, llamada por el presidente Felipe Calderón, y ellos, ellos que eran Rubén Moreira, pintaban bardas con la proclama de que el presidente constitucional de Los Estados Unidos Mexicanos, era un retrasado mental y un borracho. Era, también, la persona que había autorizado que más de 200 militares, en su mayoría en situación de retiro, fueran comisionados en funciones de seguridad pública. Con todo el apoyo de la SEDENA”.
La siguiente reunión en Coahuila. “fuimos a un restaurante al que nunca volví… Allí apareció Rubén, con David Aguillón, enfurruñado atrás de sus lentes. Personaje esencial en esta “historia” que terminó en la más absoluta medianía dentro del PRI estatal, como si quisieran borrarlo”. (No estuvo la señora Arvide ya en Coahuila para ser testigo de que, años después, fuera todopoderoso Aguillón, en este sexenio de las mentiras, con el gordo fachas de gobernador. Ni vio que el aludido fantasma tras los anteojos, pasara de la colonia Virreyes Obrera a Los Molinos, de la casa rentada al inicio del sexenio del profe, a la actual millonaria mansión; en inexplicable riqueza).
“Al pedirme que fuera su asesora en seguridad, Humberto, advirtió de su principal problema: en la más reciente audiencia presidencial, creo la primera, le había dicho que su procurador (antes de que se diseñara la fiscalía), estaba metido en el narco…, a lo que Huberto bronco, le respondió que cuidara a su compadre, que ese sí era”. No aclara la señora en el libro, pero es lógico deducir que el compadre en mala mención, es Guillermo Anaya Llamas, único compadre conocido de Felipe Calderón, en Coahuila (espero no equivocarme en la deducción y que me falle la lógica).
Lo primero, le dije (escribe la señora Arvide, refiriéndose al profe), “es que sepamos si Jesús Torres Charles está relacionado con los narcos”. Le aconsejé una investigación, me la encargó. “A Coahuila llegó un grupo de “investigadores” que avaló José Luis Santiago Vasconcelos. Pasado el tiempo creo que Jesús los compró. Porque salió limpiecito…, solamente registraban la versión, no fundamentada, de si Humberto había recibido dinero de los Zetas para su campaña. Yo le pedí que lo viera, que podía haber alguna verdad…No que llegara a sus manos, sino que había sido entregado”.
“Lo que no supimos nunca, aparentemente tampoco Humberto Moreira, fue que todo Coahuila estaba en manos de los Zetas”.
“Vayamos en orden. ¿Rubén Moreira engañó a su hermano durante todo su gobierno, desde antes? ¿Lo utilizó como punta de lanza para su proyecto personal, ¿O solamente lo aborreció mientras era su mejor amigo y colaborador?
Continuará…
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