El tema del capítulo anterior (“De burócratas a magnates”) está inacabado. Hay tantas fotografías, tantas evidencias, tanta burda forma de gobernar, devenida en enriquecimiento inexplicable. Todo ello irá saliendo, verá la luz (cuando menos la mediática, la digital; y de redes social, la de la justicia no nos toca a nosotros).
Estos ricos nuevos, han encontrado muchos caminos francos hacia el enriquecimiento rápido (ilegitimo, inexplicable; inmoral y bandido). Lo hacen el bailador y el gordo fachas, pero también sus hermanos, y los incondicionales de cada uno y son varios; y los socios y los cómplices, y los prestanombres. La cuenta es larga (miles de millones, ¿cientos de miles de millones?). Y ahí no acaba la cosa, están las familias varias (son casados de segunda y tercera vuelta), todos sus dependientes son directores en la estructura de gobierno.
¡Todos cobran, todos buscan! ¿Aseguradas varias generaciones (con una vida displicente y con dinero rápido y concebido por generación espontánea; con un descaro e insaciabilidad, tales?
No basta ya con las cuotas fijas para los contratistas y proveedores de la obra pública, ahora ellos son dueños de las constructoras. No basta con una cuota de cada rentero, ahora son dueños de los edificios que renta el gobierno. No basta con las comisiones de los negocios, ahora son los socios principales de tantos giros (buenos y malos). No basta ya con tomar tajadas del presupuesto de las carreteras y los puentes, ahora son los presupuestos de salud y desarrollo social (el dinero para la gente pobre y empobrecida por ellos, es el que se birlan, vía Las EmpresasFantasma). El negocio es ahora con el dinero de las medicinas, los hospitales y la atención médica (de maestros y de ejidatarios).
Que insensibles han resultado sus acciones, seguro en ellas había una maquinación perversa, una inhumana conducta como la de quebrar al Magisterio (como si de él quisieran vengarse, ¿acaso por ser la noble profesión de sus ancestros y de algunos que la estudiaron y si se recibieron? Miles de millones significa el quebranto a los fondos de pensiones de los maestros, de los trabajadores de las universidades públicas, de los municipios grandes y hasta de los trabajadores al servicio del estado.
(Todos esos catedráticos modestos y honestos, colegas de profesión, se quedaron sin salud y sin pensiones, gracias al “gobierno de la gente” y por la “nueva forma de gobernar”. En minúsculas).
También de los trabajadores del gobierno parecen vengarse (a saber porque). Se acuerdan de las renuncias obligadas, bajo amenaza; renuncias que cancelaban la liquidación por el servicio en varios sexenios, esas que aplicaron a tantos y que luego tuvieron que detener por la lluvia de amparos (recuerdan a Ismael Ramos Flores, recién estrenado secretario de finanzas; decir que fue un error lamentable, que le dijeron que dijera que era su culpa).
Nunca dijo el Ingeniero Ramos Flores, que a los que se las aplicaron les revesarían el golpe (fueron miles los ejecutados por esa vía, a la Moreira). Ahí confirmaban los “colaboradores de fachas”, como se las gasta su patrón: golpea en la cara a los compañeros de la profesión familiar, (esos que ya no sirven más para sus fines, pero que fueron usados y exprimidos), dales duro a los compañeros de burocracia, y luego que tus achichincles lleven la culpa.
Para controlar las entidades que son el objetivo, corrompen a sus líderes, a las figuras destacadas, creando ligas de complicidad y silencio. Ya todo está contaminado. Una vez coludidos, las arcas se abren de par en par y los emolumentos desparecen. El daño está hecho.
La riqueza se nota como se nota la soberbia. Estos ricos nuevos enseñan el dinero en mansiones, propiedades, ropas, gastos suntuarios (relojes millonarios). Estos ricos nuevos con dinero del pueblo, ahora se sienten por encima del pueblo. Estos ricos nuevos tiene poses y formas que a más de recelo, dan coraje.
¿Ansiaban, envidiaban el dinero y el poder de las familias acomodadas y ahora que “tienen más dinero que muchos”, y que ejercen el poder totalitario (dictatorial y vengativo) no están a gusto al saber que es dinero fácil (el de ellos) y que el poder les ha servido para fregar gente y cobrar venganzas ilusorias; para apoderarse de predios y ranchos a la mala, para someter a tantos y llevarse hasta los terrones de su “patria chica” (en arcadas grandes, de brazos de gigante… como su ambición)?
¿Qué sentimientos alberga en su corazón “este gobernante”, enojado con la vida, resentido con las clases, y que cobra a todos los gremios “entrañables” y a la sociedad (atacando su unidad y consistencia); que infancia compleja y dañina tuvo para alojar tanta rabia social y política, y esperar paciente para cobrar las cuentas de deudas que solo son humo en su obnubilada cabeza?
Continuará…
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