Con descensos en cuatro de sus seis subsectores, la construcción tuvo el peor año desde 2013. Los proyectos de construcción realizados en México durante 2017 representaron un valor de producción de 523,811 millones de pesos, cifra que, en términos reales, enmarca un descenso de 3.5% en el año, el más serio para el sector desde 2013.
Con la caída en la construcción del año pasado, la rama logra acumular tres años de bajas consecutivas. Pero el descenso de 2017 encierra una serie de factores que no se observaban desde hace cuatro años. De acuerdo con datos de Inegi, en años anteriores las menores obras de construcción en el sector petrolero y en transporte provocaron las caídas del sector. Para 2017, cuatro de los seis subsectores de la construcción reportaron caídas en actividad, incluido su pilar más: la edificación.
Por cada millón de pesos que produce la construcción en el país, cerca de 470,000 pesos se generan en obras de edificación. Esta rama produjo al cierre del año 247,362 millones de pesos, 1.8% menos, en términos reales, que 2016; la primera variación en terreno negativo para la edificación en cuatro años.
Los otros segmentos que reportaron pérdidas fueron las obras de agua, riego y saneamiento, las de electricidad y telecomunicaciones, y las de petróleo y petroquímica. Que, en conjunto, aportan el 15% de la producción del sector. La caída más seria la registró el sector petrolero, ya que en un año las obras del segmento cayeron 44.5% en términos reales. Además de hilar dos años a la baja con este resultado, el sector reportó la mayor pérdida al menos desde 2007, cuando el Inegi comenzó su registró.
Otra baja histórica fue la del sector de la electricidad y las telecomunicaciones, que en el último año perdió 13.8% en valor de producción. En tanto que, las obras de agua, riego y saneamiento perdieron 11%, que figura como el mayor descenso en una década.
Afectadas las obras públicas y privadas
Las obras públicas han sido limitadas desde hace varios años, pero en 2017 los recortes al gasto público ejercieron presión extra a las obras de ingeniería civil, que en el transcurso del año aportaron el 39% de la producción del sector. Con un valor de producción de 206,555 millones de pesos, la construcción a cargo del sector público retrocedió 8.1% en términos reales, logrando acumular cinco años de descensos sostenidos.
A pesar de que se esperaba que el sector privado lograra ocupar los espacios desatendidos por el componente público, los proyectos de capital privado retrocedieron en medio de un clima de alta volatilidad e incertidumbre, que terminó por echar abajo el ánimo del sector, logrando que el valor de sus obras cayera por primera vez en siete años. En el transcurso del año las obras privadas generaron 317,256 millones de pesos, que representó el 61% de la producción de la construcción. En comparación con el cierre de 2016 las obras a cargo del sector privado cayeron 0.2% real, la primera cifra negativa desde 2010.
Ante la política comercial proteccionista de la administración estadounidense y la renegociación del TLCAN, fueron varias las obras y los proyectos que se pausaron hasta tener mayor certeza sobre las nuevas condiciones para el intercambio comercial entre estos países, llegando incluso a cancelarse algunos de ellos. En promedio, los trabajadores del sector percibieron remuneraciones mensuales de 8,864 pesos, un alza de 0.4% real en términos acumulados. La menor actividad en la construcción durante 2017 cobró 3,970 plazas de trabajo. Al cerrar el año se contabilizaron 613,790 trabajadores de la construcción, 2.8% menos que en 2016.
(El Economista).