Aún queda en sus recuerdos, el sonido de las balas y vive todavía el momento en que encomendó a Dios su alma, pues sicarios estaban decididos a terminar con su vida, la periodista Lilly Téllez, salvo la vida de milagro, la salvo Dios y la valiente intervención de sus escoltas.
Años después de este atentado, recibe de nuevo ataques a su persona, calumnias y agresiones verbales, por su fe y por luchar en contra del aborto siendo senadora.
La periodista y senadora, nos comparte una parte de su vida, su fe, su devoción al santo rosario, nos comparte parte de sus sueños y anhelos para México.
– Senadora Lilly Téllez, gracias por aceptar esta entrevista para Aleteia. Primero que nada, ¿puede platicarnos algo acerca de sus orígenes, de su familia, y de cuál era su profesión antes de dedicarse a la política?
“Soy mexicana. Nací en Sonora, que es un estado del noroeste del país; es un lugar hermoso que tiene todos los ecosistemas. Está en el Golfo de California; tiene un desierto precioso y dificilísimo: en la ciudad en que nací llegamos a tener temperaturas de 52 grados Celsius a la sombra. También tenemos selva, montaña, y contamos con una larga frontera con los Estados Unidos de América.”
“Cuando era muy pequeña me llevaron a vivir a Ensenada, Baja California, que es un estado fronterizo que está a un lado, y ahí crecí hasta los 10 años de edad. Soy la mayor de cuatro hermanas, y a los 17 años empecé a trabajar en televisión; estaba en segundo de preparatoria. Y cuando ya era hora de entrar a estudiar periodismo, no había esa carrera en Sonora, sólo había una que se llama Ciencias de la Comunicación, a la cual yo entré. Hice nada más un semestre; no servía para nada porque abarcaba demasiado y no apretaba nada.”
“Seguí trabajando en televisión, allá en Sonora, y a los 26 años llegué a la televisión nacional; a través de un casting me eligieron para trabajar en TV Azteca, que es la segunda cadena de televisión más grande en nuestro país. Ahí hice carrera en el ejercicio periodístico como conductora de noticiarios, como titular de noticiarios y, al mismo tiempo, como reportera, como documentalista, especializándome en la denuncia de la corrupción, de la injusticia y, en particular, de la denuncia del crimen organizado, del narcotráfico y de los criminales de “cuello blanco”.
“Estoy casada y tengo un hijo de 13 años.”
– Antes de entrar al tema de la política quisiera preguntarle cuál ha sido para usted el momento más difícil que vivió como periodista. Sabemos que usted sufrió un atentado; ¿lo considera uno de esos momentos oscuros en su carrera?
“Definitivamente fue el momento peor; fue como un parteaguas en mi vida. Me mandaron matar y quedé viva de milagro. Veintidós tiros a mi auto y a mi auto-escolta, que iba atrás. Yo iba en un vehículo que no estaba blindado.”
“Fue muy impresionante ver el documento criminalístico de la trayectoria de las balas, porque una me iba a dar en el pecho, y quedó en el asiento de enfrente; yo iba atrás porque iba manejando mi chofer. Otra me iba a dar en un costado; y ahí está la foto de la bala, que se quedó en la barra de contención de la puerta. Y otra me pasó a diez centímetros de la cabeza, de la cual no me di cuenta en medio de la balacera.”
“Fue algo durísimo, indescriptible, no alcanzan las palabras. De hecho yo me entregué a Dios cuando fue la balacera; lo sentí como si ya no hubiera escapatoria. No me atreví ni a pedirle a Dios que me salvara; para mí ya era el momento de mi muerte, y le pedí a Dios: “Dios mío, recíbeme”.”
“Pero a las tres semanas ya estaba de vuelta en los noticiarios, porque tenía que levantarme. Pero fue un proceso largo e interno, porque para el cerebro es muy difícil procesar el momento de la muerte. Obviamente tuve síndrome de estrés postraumático, pero salí adelante con el Rosario diario y con una plena confianza en Dios, que para mí es lo que define mi vida y el sentido de mi vida.”
– ¿Entonces es usted una mujer de fe? Pareciera que fue un milagro, y que usted tenía y tiene una misión que cumplir.
“Sí, absolutamente. Yo no soy una católica light; soy obviamente practicante, y en mi familia así se me inculcó la fe, una fe que trato de que responda a actuar sin miedo ante la vida, con plena confianza en que uno está para servir a la voluntad del Señor.”
– Senadora, ¿por qué decide ingresar a la vida política después de una carrera tan exitosa como periodista, y por qué en el partido *MORENA?
“Eso no estaba planeado en mi vida; yo no tenía interés en entrar en una carrera política, aunque hice mucho trabajo sobre política en mi carrera periodística, particularmente denunciando todo el cochinero que hay en la política; más en un país como México, en donde los periodistas tenemos un enorme campo para actuar en la denuncia de la corrupción, porque es uno de los países más corruptos del mundo.”
Aleteia