¿Qué tienen en común las represiones contra las manifestaciones magisteriales en Coahuila con un hecho ocurrido hace 50 años en Chile, donde Augusto Pinochet traicionó a Salvador Allende y orquestó el golpe militar para derrocarlo?
Además de otras similitudes, propias del carácter dictatorial, destaca una curiosa coincidencia: la vileza contra Allende y el pueblo chileno fue perpetrada por Pinochet en el mes de septiembre (el día 11) de 1973. Los recurrentes actos represivos contra el magisterio estatal han sido ejecutados en septiembre. Recordemos:
16 DE SEPTIEMBRE DE 2015.
Siendo Alcalde de Torreón, Riquelme ordenó a sus huestes policiacas agredir a un contingente del Movimiento Magisterial de Coahuila (MMC) que en el marco del festejo del inicio de la lucha por la independencia de México, en ejercicio de su derecho a la manifestación pacífica, marchó junto a diferentes sectores sociales, exponiendo sus críticas e inconformidades por la Reforma punitiva (mal llamada Educativa) de Peña Nieto contra el magisterio nacional. “…policías municipales los interceptaron para impedir el paso…empezaron a forcejear con los maestros, uno de los cuales cayó al suelo…Las y los maestros se llevaron patadas y golpes en diversas partes del cuerpo…” (El Siglo de Torreón, 17 de septiembre, 2015).
Lejos de desaparecerlo o disgregarlo con esas agresiones, el Movimiento Magisterial de Coahuila sigue activo en diferentes ámbitos del tema educativo; hoy sus integrantes son los que están dando una digna batalla en defensa de la entrega de los libros de texto gratuitos, secuestrados por Riquelme.
26 DE SEPTIEMBRE DE 2018.
Ese día se llevo a cabo el aberrante desalojo de maestros en el Congreso de Coahuila, agresión ordenada también por Miguel Riquelme. Pedíamos los integrantes de la Coalición de trabajadores de la Educación que se modificara la Ley del Servicio Médico y se eliminaran todos los artículos que contenían disposiciones violatorias del derecho humano a la salud. Exponíamos razones y principios constitucionales, Riquelme en cambio traicionó a la Coalición, no cumplió su palabra de buscar acuerdos mediante el diálogo, recurrió al garrote y, fiel a su lema “Menos política, más carácter”, envió a sus esbirros para sacarnos a golpes del Congreso. No contento con eso, orquestó una persecución judicial contra cuatro de los coordinadores de la Coalición: nos acusó del delito de motín.
Luego de un año y medio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos dio la razón: emitió, por unanimidad una RESOLUCIÓN HISTÓRICA: declaró inconstitucionales todos los artículos de la Ley que con la fuerza impuso Riquelme y que establecían costos extraordinarios con cargo a los derechohabientes para poder recibir servicios médicos. Ese acto de justicia en favor de nuestro movimiento enfureció a Riquelme. En venganza contra el magisterio, endureció aún más su renuencia a resolver los problemas e intensificó sus acciones represoras.
14 DE SEPTIEMBRE DE 2021.
Luego de 135 días de permanencia en el segundo Plantón Magisterial en la Plaza de Armas de Saltillo, exigiendo solución a nuestra problemática, Riquelme volvió a hacer de las suyas. No obstante que luego de muchas presiones nos recibió en su despacho el 28 de julio de aquel año y empeñó su palabra para implementar soluciones de fondo a los distintos problemas, nos traicionó nuevamente: la madrugada del 14 de septiembre envió a cientos de policías y civiles que de manera violenta desalojaron el campamento, cercaron la Plaza con vallas y prohibieron el acceso de la ciudadanía y de “sediciosos” perturbadores de la paz del Gobernador. En consonancia con su estrategia de persecución judicial, el que esto escribe fue encarcelado injustificadamente bajo la acusación del delito de sedición y amenazas de volar con petardos el Palacio de Gobierno.
2023. OTRA VEZ SEPTIEMBRE.
Como respuesta a mi reclamo ante omisiones, retrasos y dilación deliberada de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC) en mi queja por aquel encarcelamiento y por la violación de mis derechos, el Gobernador de Coahuila ha ordenado una nueva persecución judicial. El pasado 28 de agosto, acompañado de ciudadanos y trabajadores de la educación acudí a esa dependencia para exigir seguimiento a mi queja. “Casualmente” ese mismo día la FISCALÍA DE COAHUILA entregó un oficio a aquella Comisión “autónoma”, informando que reabría la carpeta de investigación sobre los delitos que me inventaron hace dos años para dar curso penal a mi caso. Con ese pretexto, el 5 de septiembre la CDHEC se declaró no competente y le dio carpetazo a mi queja. Así que la Fiscalía, esa otra dependencia “autónoma”, está lista para instrumentar la persecución judicial en mi contra.
“Pero esos hechos no tienen ni la dimensión, ni el horror o las funestas consecuencias de los crímenes de Pinochet,” pensará alguien. Toda proporción guardada con aquel dictador, no deberíamos minimizar la potencial capacidad del nuestro para seguir una línea de ascenso.
En El Conde, la más reciente película del director chileno Pablo Larraín, este propone en su satírica ficción, no exenta de referencias históricas, que Pinochet es un vampiro que desde hace siglos deambula por el tiempo y reaparece como dictador en diferentes países. ¿Tenemos en nuestra comarca suficientes ajos para alejar su sombra siniestra?