SERVICIO DE AFINACIÓN

Tengo una relación disfuncional con los autos; por un lado, tengo una lista de autos nuevos, con la mayor tecnología que me gustaría tener y, por otro lado, me encanta mi Ford Mercury Monterey 1962 que mi padre adquirió hace unos treinta años. Ese carro me encanta tanto que lo trato con el mismo nivel de amor y dignidad que el día que lo compramos en casa; este automóvil a significado un poco de trabajo, tal y como lo refleja la lectura del odómetro, tiene algunas heridas de guerra y representa un costal de recuerdos. El mecánico lo evalúa, su longevidad tiene un nivel de valor, confianza, consistencia y una relación que respeto; me gusta manejarlo, me gusta cómo se siente, como se ve y como funciona. Atiendo el automóvil con un sentido de respeto, tratándolo bien y haciendo los ajustes oportunos y necesarios para garantizar un rendimiento óptimo. Los servicios son más regulares, pero a menudo más pequeños y menos obvios. ¿El resultado? Sigue entregando un estupendo rendimiento. Las atenciones y cuidados a lo largo del tiempo hacen que el beneficio sea más consistente.

La longevidad del liderazgo se trata tanto de refinamientos como de reinvención. Los pequeños cambios realizados consistentemente pueden sumar grandes diferencias con el tiempo. Al coche que funciona bien se le ha prestado atención ANTES de que se presente algún problema. El poner atención en tu liderazgo, constantemente comprobando, refinando, cambiando, ajustando, manteniendo el rumbo y actuando lo mejor que puedas; esos pequeños cambios con el tiempo hacen una gran diferencia.

El refinamiento del liderazgo comienza con un profundo compromiso con una rigurosa reflexión personal y con autodisciplina. Se desencadena con la intencionalidad de cambiar, así como la perseverancia que te permite ver a través de esos cambios. Ahora que estoy en mi quinta década de liderazgo, estoy convencido de que la longevidad del liderazgo es un deporte de equipo; todos necesitamos ayuda para tener éxito. Ayuda personal, ayuda profesional, desafíos, ejemplos, aliento y oportunidades. Estoy convencido de que no tendremos éxito actuando solo.

Imagina que vas a una estación de servicio de liderazgo. ¿Qué es lo que tienes que asegurarte que se revise? ¿Qué hay en tu lista de cosas que necesitas refinar con el tiempo? ¿Qué ajustes hacen la mayor diferencia para ti y tu liderazgo?

El servicio a mi liderazgo gira en torno a estas tres incómodas confesiones:
• Necesito siempre remplazar al ego por el ejemplo. Esto refina la profundidad y la autenticidad de mi humildad.
• Debo asegurarme de que estoy usando mi poder y energía para el servicio. Esto refina la verdad y la profundidad de mi misión.
• Necesito encontrar constantemente el ritmo para resaltar la grandeza en los demás. Esto refina mi deseo y disciplina para acrecentar a los demás.

¿Cómo convertimos esa lista en un liderazgo armonioso que todos podemos tener?
• Escucha lo que tu equipo dice de tu liderazgo, sin juzgar y sin importar lo que estén diciendo.
• Clasifica por temas los comentarios que obtienes de ellos. Encuentra los puntos clave de refinamiento.
• Profundiza (con ayuda) sobre cuáles son las causas raíz y asigna una ruta de cambio.
• Busca el equilibrio entre estímulo y responsabilidad.
• Recompensa el progreso y aprende de las fallas.

Se dice que Miguel Ángel hizo referencia a que la belleza de la naturaleza de David ya estaba allí. Su maestría fue quitar lo innecesario, prestando la debida atención a lo largo del tiempo fue dejando la belleza de una refinada obra de arte; dejando un legado alojado en más de quinientos años de belleza. Así mismo, notarás con estos refinamientos que la confianza se profundiza con el ejemplo y el servicio. La cultura se fortalece con el ejemplo y la celebración. Las habilidades se fortalecen por el servicio y la celebración.

Tal vez es la hora de reservar un servicio para tu liderazgo.

TODO COMIENZA EN UNO
OS

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