“Las maestras y los maestros, no solamente no se pueden profesionalizar, sino que viven bajo el dominio arbitrario de los líderes sindicales”, dice Aurelio Nuño Mayer, quien fue secretario de Educación Pública entre 2015 y 2017, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
En entrevista con El Sol de México, quien fuera uno de los encargados de implementar la reforma educativa de 2013, explica que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fue destructivo contra la educación, pues la desaparición del Servicio Profesional Docente, que dice es el peor error de la actual administración en materia educativa, le devolvió el control de la educación a los líderes sindicales.
“Los errores no son solamente errores. Son este mismo proceso de destrucción que te decía. El número uno me parece que fue haber destruido el Servicio Profesional Docente, el INEE y haberle regresado el control de la vida profesional de los docentes a los líderes sindicales”, dijo.
¿Cómo calificaría el sistema educativo nacional en este sexenio?
Mira, ha sido un sexenio muy destructivo con la educación. Ha destruido instituciones clave para el sistema educativo, como el Servicio Profesional Docente, que construimos durante la reforma educativa en el gobierno del presidente Enrique Peña. Destruyó el INEE, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que fue otra institución clave. Ha invertido mucho menos en educación, ha habido un rezago muy importante en esa materia. Destruyó otra institución fundamental que eran las Escuelas de Tiempo Completo, que eran instituciones de libertad porque los niños, particularmente los niños más marginados, dos terceras partes de las Escuelas de Tiempo Completo estaban en las comunidades más marginadas del país, la mayoría de ellas indígenas.
Ha sido un sexenio muy destructivo con la educación
El saldo y el resultado fue destrucción. Esa destrucción tuvo un impacto, primero en las coberturas. Por primera vez, desde que se creó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 1921 con José Vasconcelos, hubo un decrecimiento en la matrícula. Desde hace casi un siglo, cada gobierno, algo incrementó la matrícula escolar. En este caso, por primera vez, descendió un millón y medio menos de estudiantes. El otro resultado es el rezago educativo. Si de por sí teníamos muchos problemas con la calidad educativa en el país, por eso hicimos la reforma educativa en 2013, de 2012 a 2018 realmente, para mejorar la calidad de la educación, ahora retrocedimos aún más.
De acuerdo con los resultados de la última prueba PISA, retrocedimos 10 años en matemáticas. Se había avanzado un poco, pero se retrocedió. Menos del uno por ciento de los estudiantes de 15 años en México, de acuerdo a esta prueba PISA, es capaz de distinguir entre un hecho y una opinión, después de leer un texto corto. Entonces, tenemos un problema grave en que hemos retrocedido en la cobertura y hemos retrocedido en la calidad, que de por sí ya estaba muy deteriorada y retrocedimos con la destrucción institucional y particularmente con un tema que es fundamental que es la parte política que es central.
¿Cuáles cree que son los principales aciertos y cuáles son los principales errores que observa en el sistema educativo actual?
Los errores no son solamente errores. Son este mismo proceso de destrucción que te decía. El número uno me parece que fue haber destruido el Servicio Profesional Docente, el INEE y haberle regresado el control de la vida profesional de los docentes a los líderes sindicales. Ese para mí es el mayor error, porque la calidad de un sistema educativo es la calidad de sus maestras y de sus maestros. Es lo más importante. Todo importa evidentemente, importa la infraestructura, importa los materiales educativos, importan los planes de estudio, importa la tecnología, todo importa, pero lo que más importa son las maestras y los maestros. Todos lo hemos vivido alguna vez en nuestra vida: una buena maestra y un buen maestro cambia tu vida y esa es la esencia del proceso de aprendizaje.
Las maestras y los maestros, no solamente no se pueden profesionalizar, sino que viven bajo el dominio arbitrario de los líderes sindicales. Son sujetos de muchísimas arbitrariedades. Entonces, ese es el retroceso más grande, porque además reconstruirlo es muy complicado, porque es un problema político y es un problema político que no se había podido solucionar a lo largo de décadas, porque ese poder que concentraban los líderes sindicales, a través del control de la vida profesional, que les permitía coaccionar la movilización de los docentes, les daba mucho poder a los líderes sindicales.
Cuando llegamos nosotros en 2012, prácticamente todas las secretarías de educación estatales estaban bajo control o del SNTE o de la CNTE o recordarán ustedes, en el gobierno del presidente Felipe Calderón, que el yerno de la líder sindical, en ese momento, era el subsecretario de educación pública.
Bueno, eso era a cambio de ese poder de movilización de votos y en el caso de la Coordinadora, por las movilizaciones. La Coordinadora tiene un lema que es, digamos, la esencia de su estrategia: movilización, negociación, movilización y es un ciclo que nunca termina. Eso llevó, por ejemplo, a la quiebra a los gobiernos de Michoacán y puso en serios aprietos a las finanzas del gobierno de Guerrero, de Chiapas y desquició al estado de Oaxaca durante mucho tiempo y por supuesto que inhibe la profesionalización bajo ese control.
El segundo error fue que las Escuelas de Tiempo Completo debían de haber continuado. Nosotros, cuando llegamos al gobierno, había solamente seis mil escuelas de tiempo completo. En 2012 y 2018 llegamos a 25 mil. Ha sido la mayor expansión de las Escuelas de Tiempo Completo. Invertimos más de 10 mil millones de pesos y la idea es que siguieran, pero se acabaron. Ese creo que fue el segundo error.
El tercer error fue haber acabado con el programa social Prospera, que apoyaba a las familias más marginadas y les daba un apoyo económico para que sus hijas y sus hijos estuvieran en la escuela. Entonces, un problema que existía es que las familias más marginadas, en muchas ocasiones, las niñas y los niños y los jóvenes no podían asistir a la escuela porque tenían que trabajar para apoyar el gasto familiar.
Hoy hay, en 2024, un millón y medio menos estudiantes que en 2018, a pesar de que tenemos más niños y más jóvenes. Es la primera vez, como decía hace un momento, en 100 años, prácticamente, o en más de 100 años, desde el 1921 que se creó la SEP, en donde hemos tenido un retroceso en la matrícula en lugar de aumentarla. Tuvimos una pérdida de medio millón de niños en preescolar, más de 600 mil niños en primaria, 500 mil en secundaria y otros 500 mil en bachillerato por haber quitado ese programa. Ese es el tercer error garrafal.
El cuarto error fue haber destruido los planes y programas de estudio, que siempre son mejorables, pero que fueron sustituidos por planes y programas totalmente ideologizados. Don Luis Villoro, uno de los filósofos mexicanos más importantes, miembro del Colegio Nacional, padre, por cierto, de Juan Villoro, uno de los mejores escritores que hoy tenemos en nuestro país, tiene un texto clásico que publicó en los años 80 sobre el concepto de ideología y él definía que la ideología son ideas o creencias falsas o no justificadas que buscan afianzar el poder de un grupo.
Los libros de primaria, los que hicimos nosotros, tenían un promedio de 150 lecciones, ejercicios de matemáticas al año escolar. Ahora, tuvieron una reducción a 15, una décima parte. Es decir, lo que antes los niños aprendían en un mes, ahora lo aprenden en un año. Y además, mal. Un ejemplo más de ideología. Y después, si te vas a la parte de historia, por ejemplo, es una historia que no está sustentada en evidencia, sino que es propaganda.
Finalmente, global, está la reducción en el presupuesto que impacta en todas estas materias. El gasto federal en educación en 2018, cuando nosotros dejamos el gobierno, era equivalente a 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto. Hoy es 2.7 por ciento. Eso es una reducción de casi medio punto del PIB. Suena poco, visto el PIB, pero son casi 300 mil millones de pesos. Con eso se podrían tener todas las Escuelas de Tiempo Completo, hacer un sistema de guarderías universales, por poner algunos ejemplos, nada más.
¿Cree que fue un error la derogación de la reforma educativa del 2013?
Sí, sin duda, por las razones que ya expliqué. La reforma educativa, centralmente, construía el servicio profesional docente y el INE y todo el proceso de evaluación, donde los docentes ganaban sus plazas, sus salarios en función de su desempeño, ya lo expliqué. Pero la reforma educativa era también las Escuelas de Tiempo Completo. La reforma educativa era también los nuevos planes y programas de estudio que hicimos nosotros, basados en evidencia, que replanteaban los procesos de alfabetización, siguiendo las investigaciones científicas que introducían por primera vez en el currículum las habilidades socioemocionales, que son tan importantes, que había rediseñado también los programas de matemáticas, de historia, en fin. Eso también era la reforma educativa y también acabaron con ello.
Entonces, me parece que sí fue un error. La reforma educativa era perfectible, sin lugar a dudas, pero era la base y la orientación correcta. En lugar de destruirlo, lo que se debe de haber hecho es corregir lo que debía de corregirse y construir sobre la reforma educativa que es un proceso que siempre es inacabado, que había que profundizarlo.
¿Cree que es posible que nuestro país se garantice la gratuidad de la educación superior, principalmente de las universidades?
El objetivo debe de ser que todo aquel que quiera ingresar a la universidad lo pueda lograr y que los recursos económicos no sean un impedimento. Entonces, que las universidades públicas sean gratuitas o que tengan cuotas muy bajas, como sucede en algunas, o que haya becas, eso tiene que pasar y me parece que, por supuesto, que es posible. Es decir, en las universidades públicas se tienen que generar las condiciones para que sean gratuitas o para que existan becas para todo aquel que lo necesite. Es decir, todo aquel que no tenga recursos para pagar la universidad tiene que encontrar la gratuidad.
Que al final le dieran un reforma educativa, puede ser a través de una reforma educativa, puede ser a través de que no se cobre colegiatura, eso ya es una manera de ejecutarlo, pero sin lugar a dudas, eso debe de suceder. Es decir, nadie se puede quedar fuera de una escuela. Desde la educación inicial, al momento de nacer, desde los cero años, después en el reforma educativa que empieza a los tres años, luego en la primaria a los seis años, la secundaria a los 13, el reforma educativa a los 15 y después, la reforma educativa.
Nadie puede quedar sin estar en una escuela porque no tiene recursos económicos. Ese tiene que ser un objetivo y una labor del Estado mexicano en donde se ha avanzado considerablemente en esa línea, a lo largo de los años.
Los datos lo que nos indican es que también en este sexenio hemos tenido un retroceso, porque hoy tenemos menos estudiantes en la educación media superior y en la educación superior que en 2018.
¿Qué cree que debería hacer la próxima Administración federal, que está por iniciar, para enfrentar este rezago educativo que lleva décadas y que no se ha podido resolver?
Bueno, mira, yo lo que pienso es que no igual, pero tiene que haber una rearticulación sobre los pilares que te decía. Tiene que haber un incremento sustancial en el presupuesto. Ese incremento se tiene que llevar a poder tener Escuelas de Tiempo Completo. Tiene que llevar a hacer una reconstrucción de la vida profesional de los docentes, haciendo un lado a los líderes sindicales y restableciendo otra vez las condiciones para que las maestras y los maestros puedan desarrollar su vida profesional en función a su desempeño en las aulas y que eso sea reconocido principalmente en cuestión económica. Que los mejores tengan mayores salarios. Se tienen que aumentar los salarios de los docentes. Tiene que haber un replanteamiento de los libros de texto. Es lo que yo creo.
Bueno, pues ya veremos. Ahorita todavía no sabemos qué es lo que hará la siguiente Administración. Esperemos que tomen las medidas correctas. Así lo deseamos y les deseamos la mejor de las suertes.