El diagnóstico que ofrece el Índice de Estado de Derecho en México elaborado por el World Justice Proyec (WJP) pinta un escenario por demás preocupante. En una escala de 0 a 1, en la que 1 es el máximo apego al Estado de Derecho, nuestro país obtuvo una calificación global de 0.39 siendo los rubros de ausencia de corrupción, justicia civil y justicia penal los peor evaluados. El resultado dibuja una pobre cultura ciudadana y de los gobiernos para cumplir lo que las leyes estipulan, lo que se convierte en un claro obstáculo para el progreso y la prosperidad de la nación en su conjunto.
Como lo indica el documento, el Estado de Derecho es un elemento fundamental para garantizar la paz, la justicia, los derechos humanos, la democracia efectiva y el desarrollo sostenible; sin estado de derecho el tejido social tiende a desgastarse debilitando la totalidad de las estructuras que sostienen la convivencia pacífica y productiva de las personas. El año pasado, cuando se comparó a México con otras 112 naciones, ocupamos el lugar 92 en el Índice de Estado de Derecho, lo que habla de la gravedad de la situación que atraviesa el país. Por tal motivo, resulta indispensable que se trabaje en el fortalecimiento de esa base sociocultural, cuya expresión más elemental se da en la Constitución y en las leyes que de ésta emanan.
Sin embargo, estamos comenzando a adentrarnos a un régimen basado en el culto a la personalidad y no en el afán para fortalecer la vida institucional. Prueba de ello son las constantes declaraciones de AMLO y de sus más cercanos colaboradores en las que, sin prueba alguna, se debilita el quehacer institucional. Y cuidado que no estoy diciendo que nuestras instituciones sean perfectas, lo que afirmo es que no se resuelve nada con el golpeteo que constantemente sufren para tratar de alinearlas con la voluntad de un solo individuo.
Ya he mencionado anteriormente el caso del INAI, pero no es ni la primera ni la única institución contra la que AMLO ha arremetido: están el INE, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las instituciones educativas como el ITAM, el Ejército, la Marina, entre muchas otras instituciones; lamentable, sin dudas, porque lo que México necesita es fortalecer el Estado de Derecho, imposible de lograr si todo va a depender del mesías y del estado anímico con el que se levante cada día.
Face: marcelotorresc / Tuitter: @marcelotorresc