Si yo fuera panista, elegiría como mi candidato a…

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Dicen que los periodistas debemos ser imparciales, que lo mismo tenemos que hablar de los tamales de chile que de los de azúcar y quienes afirman eso tienen razón, solo que es difícil, imposible diría yo, rasar a todos por igual porque los políticos son entes diferentes, con formación diversa, objetivos distintos y ambiciones… bueno, esas casi iguales.
Esto viene a colación porque algunos de mis selectos lectores, creo que así se dice cuando no se cuenta con más de diez, critican el hecho de que no hable parejo de los aspirantes del PAN a gobernar Coahuila, que menos hable de alguno de los candidatos del PRI, con el mismo objetivo, y ni qué decir de los que andan de independientes, tan independientes que nadie sabe dónde se esconden, qué hacen o qué dejan de hacer.
En este caso, cumpliendo al llamado de los lectores hablaré pues de todos estos personajes que hoy se presentan como los políticos que enarbolan la bandera de la democracia en Coahuila.
Empezaré pues con los más molestos de mis lectores, los que forman parte de las filas del Partido Acción Nacional, o sienten simpatía por esa agrupación política o simplemente les gusta porque ahí andan sus cuates, en siguientes colaboraciones comentaré sobre el resto de aspirantes de otras agrupaciones políticas.
En este partido, cuyos cimientos en Coahuila se encuentran en Saltillo, en el pequeño negocio de reparación de lavadoras, de Lorenzo “Lencho” Burciaga, (del que ya pocos se acuerdan, o no se quieren acordar, por su condición de “panista bronco”), hay ya cuatro aspirantes a gobernar la entidad, hasta hace unos días eran tres, pero “parió la abuela” y llegó uno más.
Así, ahora aparecen como aspirantes del blanquiazul: Isidro López Villarreal, Guillermo Anaya Llamas, Gerardo García Castillo y Luis Fernando Salazar Fernández. Todos ellos tienen sus pros y sus contras, algunos más contras que pros y eso nos lleva, desgraciadamente, a no ser tan imparciales y a darle la razón a los lectores.
Solo es deseo abordar parte de las actividades que han desarrollado estos personajes a lo largo de su trayectoria para darle a mis amigos un panorama casi real sobre ellos, el casi siempre prevalecerá, obvio decir que tal vez la simpatía o el grado hacia alguno de ellos influya en estos comentarios.
Empecemos pues por el que llegó al último, Luis Fernando Salazar Fernández, lagunero él, licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana, sus actividades en el PAN inician con la campaña de Guillermo Anaya para la alcaldía de Saltillo y después en la campaña presidencial de Vicente Fox, de ahí ocupó algunas carteras federales, como la de Sedesol. Actualmente es senador de la república. Es joven, pero ya en su haber se le menciona en turbios arreglos en la compra de carbón que produce Coahuila y se vende a la Comisión Federal de Electricidad.
El joven político ya declaró a diestra y siniestra que nada tiene que ver con ese asunto de corrupción manejado a través de sus influencias en el Senado de la República. A decir de él mismo esto es mala leche de sus enemigos que no lo pueden ver ni pintado, al fin enemigos.
Luis Fernando recientemente dijo que tiene todo para ser el próximo gobernador de Coahuila, aunque quede la duda de “qué es todo”; ¿el apoyo de los ciudadanos? ¿los recursos para hacer lo que será la madre de todas las campañas políticas? Lo único que si tiene, a estas alturas, es el desprecio de Memo Anaya, quien lo acusa de traición.
El segundo de la lista, que amenaza con extenderse más, es Gerardo García Castillo, hasta hace unos años un desconocido, hijo de César García, un obrero de Altos Hornos de México que llegó a ser alcalde de Monclova por obra y gracia de su amigo “El Diablo” José de las Fuentes Rodríguez quien “lo invitó” a volverse panista para que ganara la alcaldía y poder, con ello, hablar de la democracia que cabalgaba en territorio coahuilense.
Fue a la sombra del poder como la familia García amasó su fortuna, es a la sombra del poder como lo sigue haciendo desde su puesto de alcalde, Gerardo, quien hoy compra terrenos costosos a precios de risa, engaña en la compra de material para alumbrado público o simplemente hace obras de beneficio colectivo con materiales de ínfima calidad pero cobrados a precios de oro. Todas esas cosas no son inventos míos, son asuntos tangibles, a la vista de todos.
Y ahora tal parece que Monclova le quedó chiquito para su expansión económica. De ahí que esa sea la causa por la que busque ser gobernador. Con todas sus limitaciones regionales, un equipo de colaboradores más que mediocre y con dinero, mucho dinero que nadie sabe de dónde está saliendo, realiza actividades proselitistas en pos de la postulación de su partido para buscar ser el mandamás de Coahuila.
Isidro López Villarreal “Chilo”, es, tal vez por su lejanía a los partidos políticos, quien se puede apreciar como el más serio y de trayectoria intachable. La mayor parte de su vida la dedicó a los negocios familiares hasta que decidió incursionar en política bajo la siglas del PAN. Quizá a ello, y a su buena fe, se deban los yerros de su administración mismos que ha logrado contener a tiempo realizando cambios que permiten enderezar el camino.
Su mayor pecado es ser alcalde de un ayuntamiento donde reside el Poder Ejecutivo estatal. Las ríspidas relaciones entre estado-municipio, que conlleva pertenecer a partidos distintos ha llevado  a Isidro López a implementar acciones que sirvan para que su imagen no se deteriore, como ha sucedido en varias ocasiones por medidas impopulares como la imposición de foto multas o los constantes abusos policiacos cometidos por un personaje que no puede ser removido de su cargo porque fue impuesto desde las mismas oficinas principales de Palacio Rosa.
Ahora, apoyado en un grupo político fuerte, y con colaboradores que saben lo que hacen, Isidro López se prepara para la gran aventura, que en su primera parte trata de conquistar la postulación de su partido.
Por último, el aspirante más controvertido de los cuatro y por ende el más débil. Guillermo Anaya Llamas, torreonense, antiguo morador de la calle Valdés Carrillo y nuevo millonario de México, se prepara para buscar la candidatura.
Un sondeo le da posibilidades de ganar esa aspiración en La Laguna, pero en el resto del estado resulta más que desconocido por lo que no representa el triunfo electoral.
Su pasado lo aplasta. Sus relaciones familiares con miembros de la delincuencia organizada y otra delincuencia aún más organizada, la que encabezó su compadre, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, hablan por sí solas del desprecio que la gente presentará a su posible postulación.
Pero también tiene su corazoncito y el derecho a participar en cuanta contienda electoral quiera. Eso lo tiene asegurado con nuestras leyes y con sus amigos.
Y estos son los cuatro candidatos del PAN. Todos listos para subirse al barco de la aventura democrática. Y sí, tienen razón quienes leen estás líneas, no puedo ser imparcial y aunque no gozo del privilegio de ser panista, si lo fuera, elegiría como mi candidato a…
 
 
 
 

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