A un par de semanas de concluir la administración estatal y mi encargo como titular de la Secretaría de Vivienda y Ordenamiento Territorial del Estado de Coahuila es pertinente realizar una reflexión sobre los logros alcanzados y los retos que se deberán enfrentar en el futuro.
Sin duda Coahuila ha madurado su estado de derecho en los últimos años, avanzando a pasos agigantados en la certeza jurídica y seguridad patrimonial. Comenzaron a resolverse problemas de regularización de tierra que databan algunos de mediados del siglo pasado, madejas complejas de desenredar.
Con la participación del Congreso del Estado, del Colegio de Notarios, de empresas y personas propietarias de terrenos irregulares, y con un ágil e imparcial desempeño del Poder Judicial, se han promulgado decretos de inmatriculación y de desincorporación, se han realizado juicios sucesorios, se han suscrito convenios y se han llevado a cabo juicios colectivos, logrando generar con todo esto miles de escrituras a favor de familias coahuilenses.
Y aunque los obstáculos legales son los más complejos, no son los únicos. También están los económicos, ya que una escritura puede llegar a costar varias decenas de miles de pesos. Por eso, con la participación de los ayuntamientos y del Instituto Registral y Catastral del Estado, se logró integrar un programa de escrituras a bajo costo, ofreciendo descuentos superiores al 95%.
Cerca de 17 mil escrituras directamente elaboradas por nosotros y más de 100 mil en el total, son el resultado del trabajo en equipo junto con los alcaldes y las dependencias federales. Un dato importante es que casi 2 de cada 3 escrituras expedidas fueron a nombre de mujeres.
A pesar de los recortes presupuestales y la cancelación de los subsidios a la vivienda económica del gobierno federal, en Coahuila avanzamos con la Estrategia de Vivienda Adecuada y Urbanización Sostenible elaborada en conjunto con ONU-Hábitat, acercándonos a los objetivos de la Agenda 2030. Somos de las entidades federativas con menor hacinamiento y con mayor calidad en nuestras viviendas.
En cuanto a cobertura de agua potable y de drenaje, y a pesar de lo extenso de nuestro territorio, ocupamos también los primeros lugares a nivel nacional, acercándonos a la meta del 100%.
El abasto de agua seguirá siendo un reto para el mundo, para México y para Coahuila. Realizamos cientos de obras como perforación y equipamiento de pozos, rehabilitación de líneas de conducción, inversiones en plantas tratadoras, instalación de micromedidores, construcción de tanques de almacenamiento, entre otras. Vamos por buen camino, pero debemos seguir avanzando en mejorar los modelos de gestión municipales, tomando el ejemplo de Saltillo.
Grandes han sido los retos como grandes son los avances del gobierno de Miguel Ángel Riquelme. No bajemos la guardia. Sigamos construyendo juntos el Coahuila de todos.