Otra consecuencia de lo que sucede en España fue la carta que seis organizaciones con domicilio en La Laguna enviaron al Presidente de la República y su Secretario de Gobernación. Esto a finales de enero.
Participación Ciudadana 29 Laguna, Laguna yo te quiero, Moreleando, Ipac, Vecinos en Acción y Laguneros Unidos de Corazón señalan, básicamente, una “escasa voluntad de las autoridades mexicanas por esclarecer la deuda”… que “se han destinado 16 000 millones de pesos para el pago de intereses de ésta y ni un solo peso ha ido a capital”… que se requiere “una investigación seria y contundente para que el daño patrimonial sea resarcido en lo posible”. Una investigación, continúa la carta, que abarque al actual gobernador y a los Diputados de la LVIII Legislatura.
No es clara cuál pudiera ser la intensión real de la misiva (¿en verdad se espera alguna reacción del titular del Ejecutivo Federal o solo quieren salir en la foto?); algunos pudieran cuestionar la representatividad de las organizaciones que decidieron dar el paso. Cada quien, según el predio que defienda.
¿Por qué el (aparente) malestar por el endeudamiento no promueve una coordinación de grandes proporciones? ¿Es simple apatía… hay una maquinaria que lo desincentiva… o será que ese llamado “malestar” se ha sobredimensionado por algunos (entre los que me incluyo)?
Lo que queda claro con la acción de estas seis organizaciones, con su escrito, es la ausencia de canales claros y procedimientos ciertos y a la mano del ciudadano para defenderse, para hacer valer su interés frente a las decisiones de la autoridad.