Solamente el 40% del agua que se destina es aprovechada en la agricultura de la región Laguna. Coahuila

Del volumen que es destinado a los ciclos de riego en la Laguna, solamente el 40 por ciento se aprovecha en la agricultura y el resto se considera como pérdidas de diferente tipo, entre ellas pérdidas técnicas, pérdidas sociales y pérdidas naturales.

Aunque varía el volumen cada año de acuerdo a la disponibilidad que se tenga en las presas, que puede ir de los 800 a los 900 millones de metros cúbicos, hay una ineficiencia en el uso del agua, aseguró Gerardo Jiménez González, integrante de Encuentro Ciudadano Lagunero.

Señaló que en el caso de las pérdidas técnicas, los volúmenes que se pierden por deterioro de la infraestructura hidroagrícola, que son las redes de canales principales o secundarias, los canales parcelarios.

Señala que el gobierno federal a través del programa Agua Saludable, considera una determinada cantidad de recursos para mejorar la infraestructura hidroagrícola, que es la tecnificación, lo que implica rehabilitar las redes de canales.

Consideró que el problema más importante de la ineficiencia, está en la aplicación, que es a nivel de las parcelas, por lo que es necesaria la tecnificación en los sistemas de riego.

Lo que se pretende con el programa de Agua Saludable, es mejorar esa eficiencia en una cantidad que se estima en 100 millones de metros cúbicos, de acuerdo al volúmen que se extrae cada año de acuerdo al almacenamiento de las mismas.

El cien por ciento del agua superficial, tanto del río Nazas como del río Aguanaval está concesionada a la agricultura a través de las asociaciones de usuarios de agua que son los módulos de riego, de los cuales 17 corresponden al Nazas y 3 al Aguanaval.

La mayor parte del volúmen de agua está concentrado en el río Nazas, en las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco, en donde se tiene mayor disponibilidad, pero también en donde el problema es más complicado.

“Lo que va hacer Agua Saludable, es apoyar a los usuarios para que tecnifiquen los sistemas de riego a nivel parcelario y a la vez rehabilitar la red hidráulica principal y secundaria para aumentar la eficiencia, en este caso, ellos dicen rescatar 100 millones de metros cúbicos que se van a destinar para la potabilizadora”.

De acuerdo a lo que se ha informado, dijo, son poco más de 662 millones de metros cúbicos los que ya se tienen liberados para el uso doméstico urbano, que es el agua que se va a la potabilizadora, mientras que el resto está destinado a uso agrícola.

De los 900 millones de metros cúbicos que se extraen en promedio cada año, en la práctica se aprovechan 360 millones de metros públicos y hay 540 millones que no se aprovechan por el hombre, de los cuales se pretende rescatar 100 millones con la tecnificación del riego a través de la rehabilitación de la red hidroagrícola, entre ellas el canal Sacramento y las redes hidráulicas secundarias , en este caso los 17 canales secundarios y el sistema de riego de los predios .

Existe otro volumen que la Conagua considera como pérdidas naturales, que es en realidad el agua que se evapora y que se filtra debido a que no toda la red hidráulica está canalizada artificialmente.

“Hay tres módulos de riego en donde todavía derivan el agua del río, el módulo de riego 1 y 2 que están arriba de la presa Francisco Zarco que están en Rodeo y Nazas y el módulo de riego 3 que está en San Jacinto en Lerdo, ahí hay agua que se filtra porque no está canalizado, hay un filtración natural, que es bueno porque recarga el acuífero”

Otra de las pérdidas de agua que se tienen, son las sociales, que son los volúmenes que no están cuantificados oficialmente, pero se utilizan en los módulos de riego para la siente de cultivos, esos volúmenes, indica, no están contabilizados en lo que se autoriza cada año liberar de las presas ya que son volúmenes que la Comisión Nacional del Agua le concesiona a cada módulo de riego.

El volumen que se autoriza a nivel global se pondera en función de los volúmenes que tienen concesionados cada asociación de usuarios, esos volúmenes se entregan a las directivas de esos usuarios y éstos los distribuyen al interior del módulo a través del canal secundario.

“Los sistemas de medición de esos volúmenes no son confiables, entonces es ahí al entregar ese volumen en donde se trafica parte del agua porque se entregan volúmenes mayores a los que han sido autorizados por el comité hidráulico y eso volúmenes se utilizan al interior de las asociaciones de usuarios por quienes manejan la directiva”.

Asegura que no hay una estimación oficial, sin embargo de acuerdo a algunos estudios que se han hecho se estima que estos volúmenes pueden andar oscilando entre 100 y 200 millones de metros cúbicos, lo cual dijo, es un volumen considerable que se encuadra en las perseidas sociales.

Jiménez González, señala que si hubiera un mejoramiento en la gestión del agua y se midieran efectivamente los volúmenes que se entregan a los módulos de riego en base a lo que se autoriza para cada ciclo agrícola, se podría pensar en rescatar entre 100 y 200 millones de litros cúbicos.

“Si se tecnifica el distrito de riego así como se está considerando, se pueden rescatar otros 100 millones de metros cúbicos, entonces se estaría pensando en la posibilidad de rescatar entre 200 y 300 millones de metros cúbicos, estoy dando números gruesos, que se tendrían cada año, pero son estimaciones de promedio”.

Reiteró que la tecnificación permitirá recuperar alrededor de 100 millones de metros cúbicos si se incluye un sistema de medición confiable, principalmente en los puntos de control.

“Pudiéramos también rescatar volúmenes que se trafican ilegalmente, se tendría una disponibilidad de más de 200 millones de metros cúbicos”.

Con dicho volumen, no se tendría problema de agua, pues el 1.6 millones de habitantes que existen en la Laguna, utilizan entre 180 y 190 millones de metros cúbicos, por lo que no tendría porque haber problemas de agua, que es el objetivo del programa Agua Saludable.

Reconversión de cultivos para ahorrar agua

La tecnificación de riegos y el almacenamiento de agua ha sido esencial para los cultivos en la región Lagunera, asegura Ángel Lagarda Murrieta, doctor en Ecología de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.

Manifiesta que en el desierto chihuahuense del que forma parte la Laguna, hay poca disponibilidad de agua, por lo que se ha enfocado más a la ganadería y a los cultivos de temporal.

Cultivos como el frijol en la parte de Zacatecas, Chihuahua y Durango, así como nogales y frutales, son los más remunerativos y lo que demandan más volumen de agua de las presas.

Si bien es cierto, es importante contar con cultivos que no utilicen gran cantidad de agua, la necesidad de cada cultivo está en el número de días que tiene cada uno de ellos, que normalmente tienen un periodo de entre 4 y 6 meses.

“Estamos hablando de maíces, algodón, de los frijoles, casi todos esos, lo que cambia es el tiempo de estar produciendo y un frutal como el nogal dura con sus hojas funcionales prácticamente todo abril, mayo, junio, julio, agosto y en septiembre que es cuando le cortamos el agua”.

Es el nogal uno de los que demanda mayor volumen de agua, ya que poco más de 5 meses permanece con riego y durante la temporada de invierno se mantiene seco debido a que al tirar sus hojas no requiere de tanta agua.

En el caso del frijol que se siembra en Zacatecas, Durango y parte de Chihuahua, el riego es durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, fecha en la que se presentan algunas lluvias y otra parte se riega a través de lo que se almacena en las presas.

Debido a que la región lagunera es una zona semidesértica y el ciclo de los cultivos es de aproximadamente 6 meses, el cincuenta por ciento del agua se evapora en ese tiempo, que es como se ahorra el agua y otra opción es el almacenamiento para poder utilizarla cuando la necesita más el cultivo.

Ante la falta de agua, una de las opciones que se ha promovido en los últimos años ha sido la reconversión de cultivos, pues se busca escoger cultivos de menor ciclo y que resulten rentables económicamente, por lo que una de las opciones ha sido la horticultura.

El nogal es de los que más consume agua porque dura mucho tiempo su período de consumo, sin embargo cuando se pone a la venta el precio se incrementa, lo que resulta atractivo para los productores.

Otro de los cultivos que durante un tiempo fueron atractivos para los productores debido al rendimiento, es el algodón, sin embargo en los últimos años se ha tenido un serio problema con el precio, lo que ha generado un mayor auge en las hortalizas.

“Eso nos obliga a buscar más alternativas viables, una de ellas son los cultivos a los que hemos cambiado, y creo que vamos para bien”.

Indicó que ante la falta de agua en la región, las presas son las más seguras para el almacenamiento del agua, ya que se tiene una disponibilidad de agua que antes se destinaba en gran parte al cultivo de algodón y que ahora con la reconversión se tiene un mayor rendimiento.

Claves para aprovechar el recurso

  • “La mayor ineficiencia o las mayores pérdidas se presentan a nivel parcelario, lo que se conoce como la aplicación del agua”. Gerardo Jiménez González, integrante de Encuentro Ciudadano Lagunero.
  • “Hay agua que inevitablemente se evapora, las pérdidas naturales es el agua que se evapora y el agua que se filtra, esa agua se incorpora al ciclo hidrológico, entonces ahí hay otro volumen”. Gerardo Jiménez González. integrante de Encuentro Ciudadano Lagunero.
  • “Yo diría que no hay pérdidas naturales, porque es normal que se evapore el agua, estamos en una zona desértica en donde la evaporación es más que su precipitación”. Gerardo Jiménez González, integrante de Encuentro Ciudadano Lagunero.
  • “Aquí en la Laguna sin agua de la presa no tendríamos vida”. Ángel Lagarda Murrieta, doctor en Ecología de la UAAAN.
  • “Por cada peso que le invertimos al algodón por ejemplo, en hortalizas casi se dobla la ganancia y el uso de la misma agua entonces por eso es que estamos cambiando a cultivos de ese tipo”. Ángel Lagarda Murrieta, doctor en Ecología de la UAAAN.
  • “Lo que se está haciendo es cambiar los cultivos que tengan un mayor rendimiento”. Ángel Lagarda Murrieta, doctor en Ecología de la UAAAN.

 

Milenio
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