El lunes pasado, por iniciativa de la Organización de Naciones Unidas se conmemoró el Día Internacional de la Juventud, el tema central propuesto por la ONU para este memorable día es el de la educación, que debe ser accesible, inclusiva, equitativa y de calidad, entre otros atributos, sin educación no será posible logar empleos y una vida dignos para nuestras juventudes, sólo a través de ella podrá accederse al desarrollo sustentable y la prevención de conflictos.
Solamente con la educación podrá promoverse la paz, el trabajo decente, la erradicación de la pobreza y la igualdad de género para arribar con éxito a la Cuarta Revolución Industrial en la 4T.
Estos objetivos que no pueden ser desestimados están, sin embargo, lejos de nuestro contexto porque hoy en día los jóvenes encaran apremiantes desafíos mundiales, tales como elevadas tasas de desempleo, condiciones de trabajos precarios y vulnerables, escasas oportunidades de educación superior, marginación en los procesos de toma de decisiones pero a pesar de ello son nuestro orgullo y nuestra esperanza para el desarrollo y engrandecimiento de este país.
En México la población de jóvenes representa el 31.4 por ciento según el Instituto Mexicano de la Juventud y la situación en la que muchos de ellos viven es desfavorable, ya que el 42.4 por ciento se encuentra en pobreza y el 19.6 no puede acceder a servicios de salud pública y gratuita, debido a la herencia dejada por pasadas administraciones que “excluyeron, reprimieron, criminalizaron y marginaron a las juventudes”, asegura su director, Guillermo Santiago.
Santiago agrega que el Gobierno de la República trabaja arduamente para cambiar esta realidad, por ello existe una inversión sólida de más de 311 mil 308 millones de pesos para los distintos programas enfocados a las juventudes, lo cual representa un aumento de más de 60 mil millones con respecto al año pasado.
El gobierno federal ha destacado la atención a este sector de la población mediante los programas de rescate a la juventud mexicana como el de Jóvenes Construyendo el Futuro, la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, informó que actualmente hay 905, 647 mil jóvenes aprendices en el País participando en este programa, reportó además que hay 181 mil tutores que enseñan a los jóvenes sobre sus oficios, actividades, empresas y talleres.
En el territorio del País, existen ya 140 mil jóvenes aprendices en Chiapas, localidad donde más ha habido presencia del programa, le siguen Tabasco, Veracruz, México y Guerrero. En la zona norte, informó, hay menos presencia del programa, en Estados como Baja California, Baja California Sur, Nuevo León y Aguascalientes, donde también existe menos desempleo, informó la STPS, no obstante, en Coahuila no ha tenido el éxito que presenta en otras entidades ya que solo un 30 por ciento e jóvenes se vincularon al programa.
Hay al menos 15 millones y medio de jóvenes trabajando, pero sus contratos son inestables, la mitad de ellos no cuenta con seguridad social y sus salarios son muy bajos; la desocupación en el sector alcanza a 3 millones y medio, sus condiciones laborales se ubican entre las peores.
No obstante, como bien lo expone VANGUARDIA, en Coahuila la población de jóvenes, es el grupo vulnerable al que más ha afectado la delincuencia criminal, los homicidios y los suicidios tienen una incidencia mayor en este rango de edad.
Igualmente, nuestros jóvenes son aquejados por la incidencia en el consumo de drogas, que se incrementa año con año, en 2017 la Secretaría de Salud informó que de 2011 a 2016, ese consumo entre adolescentes se duplicó del 2,9 a 6,2 por ciento.
Este es apenas un breve bosquejo de logros y grandes problemas de nuestra juventud, la ruta de resolución es larga y difícil.