Suma cero. Juntos multiplicamos

En el caso de la larga relación comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, hemos practicado la regla de multiplicar beneficios sumando esfuerzos, evidentemente la balanza comercial indica que vendemos mas de lo que compramos, sin embargo, las empresas “mexicanas” que le venden a nuestros vecinos, son también propiedad de ellos en una generosa proporción, es decir, son empresas que están establecidas en nuestro país, pero que se constituyeron con capital americano, por lo tanto, una gran parte de sus utilidades regresa a ese país a engrosar los bolsillos de accionistas norte americanos, quienes no solo obtienen beneficios por lo que se vende en su país, si no que reciben utilidades también sobre el 20% restante de lo que sus empresas asentadas en México exportan a los demás países con los que tenemos acuerdos de libre comercio, y sobre todo, ganan dinero con los productos que comercializan dentro de nuestro mercado nacional.

La visión del xenófobo y racista presidente americano sobre un deficit comercial que no indica con claridad en donde se quedan las ganancias, es un argumento falso, utilizado para negociar ventajosamente, con un socio al que pretende arrebatar de forma hostil parte de los beneficios que le corresponden. Cuando se establece una buena sociedad, los participantes suman capitales, experiencia y esfuerzo para generar mayores rendimientos, en el caso de México, aportar mano de obra barata, costos bajos de Instalacion, operación menos gravosa y otros beneficios como regulaciones medioambientales relajadas y laxitud fiscal, en suma reducen el precio de los artículos que se comercializan dentro de los Estados Unidos, pero también hacen que esos mismos productos o insumos reduzcan el costo de miles de mercancías que salen de las empresas asentadas en sus paises, para ser comercializadas en el resto del mundo, de manera que son mas competitivos y permiten la ampliación de su propio mercado de exportación.
La negociación del TLC parece contener una estrategia política para venderle a los obreros estadounidenses la idea de que se les protege manteniendo empleos en su país, y al mismo tiempo, simula que México gana mas que los Estados Unidos usando la balanza comercial, señalando falsos agravios, y usando otros argumentos que se plantean para obtener ventaja dentro de la negociación. El objetivo simple del mandatario gringo, parece ser aumentar los beneficios comerciales de ese país y de manera velada mediante una maquiavélica simulación, aumentar también el capital político de su presidente.

Seguramente la negociación que Trump visualiza, al final del proceso debe redistribuir los beneficios de nuestra asociación a favor de su país, pero muy probablemente, también desea entrar con ventajas a nuestro país para aprovechar la apertura del mercado energético y por que no, de nuestro espacio inmobiliario. Como mexicanos debemos dejar de observar el señuelo de la famosa barda y concentrarnos en cuidar lo que tenemos en nuestro poder para defenderlo efectivamente y como seguramente es posible, también debemos encontrar oportunidades para hacer crecer los beneficios de esta asociación.

Que Dios Nos Bendiga!

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