Nadie va a quedar intacto. La pandemia agravó los muchos problemas que ya venía arrastrando nuestro país. Ojalá y los pronósticos más pesimistas dejen de cumplirse. Pero, por ahora, no hay nada que indique que así ocurrirá. Quienes más sufrirán son los que ya se encontraban en una situación vulnerable.
De acuerdo con el INEGI la tasa de desempleo ha alcanzado el 24.7% de la población en edad de trabajar. Son más de 12 millones de personas que en plena edad productiva se encuentran sin empleo en estos momentos. Y haríamos muy mal en cruzarnos de brazos ante esa impactante realidad que, entre otros efectos, ha ocasionado que al menos de la mitad de los mexicanos haya visto caer sus ingresos familiares hasta en un 60%.
El camino que ha asumido el gobierno federal no sólo no va a resolver los problemas de fondo sino que los va a agravar. Para tener dinero suficiente con qué sostener sus programas clientelares, el gobierno ha desestabilizado las finanzas de, prácticamente, la totalidad de las entidades públicas. Parte de un principio tan falso como generalizado: en el sector público todo es derroche y dispendio. No voy a negar que ha habido excesos dolorosos que nunca debieron de ocurrir. Pero estoy convencido de que la mayor parte de los recursos del erario eran bien utilizados.
La famosa austeridad, lo que está ocasionando -además una importante pérdida de empleos- es que se vuelvan ineficaces y en muchos casos inoperantes las estructuras públicas. Y eso afecta sobre todo a los sectores más vulnerables de la población que son los beneficiarios directos de, para poner un ejemplo, las clínicas y hospitales de ese sector en el país.
Estados y municipios están viendo severamente afectados sus ingresos y eso limita mucho la capacidad para que las autoridades más cercanas a la población puedan atender sus muchas necesidades. Ante ese panorama tan complicado no nos queda otra que sumar esfuerzos.
Entiendo que hay muchas personas que se sienten agraviadas por el pasado. Pero este no es momento gastamos nuestras energías en más lamentaciones. Necesitamos, de verdad, concentrarnos todos en salir adelante.
@marcelotorresc
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