También perdió Goliat

Tres meses bastaron para confirmar el peligro real que AMLO representa para México. Las multimillonarias pérdidas para la economía que sus decisiones han causado son sólo un doloroso ejemplo de lo que puede suceder con el país si sólo nos cruzamos de brazos y lo dejamos destruir a su antojo. El Banco de México lo confirma con la reducción de 6 décimas a su estimación del crecimiento del PIB en 2019, todo un desastre.

Los mexicanos conscientes debemos actuar; incluso, si en este momento una mayoría abrumadora aprueba el desempeño de López en la Presidencia. Ya irán poco a poco dándose cuenta de la verdad, entre tanto, ese 15% de ciudadanos que no nos hemos dejado engañar debemos mantener la cordura y no enloquecer, por mucho que las imprudencias presidenciales nos quieran desquiciar.

Tenemos que tener claro que el principal objetivo por ahora es salvaguardar el Estado de Derecho y el orden institucional; incluso con sus burlas y sus formas groseras, el poder de AMLO se mantendrá acotado en la medida en que tope con instrucciones fuertes. No es extraño su ataque permanente en contra de organizaciones o individuos que escapan de su control, a nada le teme más que a darse cuenta de que su poder no es absoluto.

Necesitamos, en ese sentido, hacer uso de todos los mecanismos que los últimos 20 años fueron creados para empoderar a los ciudadanos. Un ejemplo son las solicitudes de acceso a la información como ya quedó demostrado con la reciente resolución del INAI que obliga a la Presidencia a mostrar las evidencias de la corrupción en el NAICM.

Así, de manera similar, cada vez que López lance una injuria de las que acostumbra en contra de una institución, los ciudadanos debemos bombardearlo con solicitudes que lo obliguen a demostrar sus dichos, así, ira apareciendo de manera paulatina su esencia más profunda; la de un embustero.

AMLO se siente un gigante invencible por el apoyo que en este momento tiene, sin embargo, también Goliat perdió. Es momento de reunir nuestras piedras y de luchar para la defensa de las instituciones y del Estado de Derecho.

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