*** Marcos Morales traicionó al profesor, para “seguir en funciones”.
*** Propietario de medio fantasma “Cuarto Poder, saquea a Coahuila.-
Monclova, Coah.- Los favores se cobran, y se cobran bien cuando al que se los proporcionas, se encumbra. Este parece ser el dicho, y el hecho, de Marco Morales, el actual Delegado Regional de Programas Estatales del Gobierno de Coahuila, quien además es cabeza visible de los “acciones” del PRI en la Región Centro del Estado.
Marco es un hombre con suerte. Ni forma de negarlo. De ser un taxista que sufría para sacar la renta de las placas se convirtió, bajo la sombra de los Moreira –primero Humberto y después Rubén—en una persona influyente, millonaria y con el poder que le otorgó el actual gobernador para actuar como el alcalde de los municipios del centro de Coahuila.
Atrás quedan esos aciagos días en que, contra su voluntad, porque dejaba de “hacer carreras”, prestaba el viejo carro convertido en taxi al profesor Humberto Moreira para que éste acudiera a sus citas románticas. Marco, al entregar las llaves de su auto imaginaba que un día el profesor llegaría sin nada, más que las llaves en la mano, porque sabía que el taxi serviría en las siguientes horas para todo, sería cantina, hotel ambulante… ¡Y hasta taxi!
Sin embargo, con todo y sus temores, siempre accedía. La amistad estaba por encima de cualquier taxi. Lo que se le debe reconocer es que en ese entonces, el hoy prepotente funcionario de Rubén, nunca imaginó que prestaba su taxi a quien sería, pasados unos años, el gobernador de Coahuila.
Ya encumbrado en el poder, el profesor Moreira dispuso que Marco Morales Muller fuera la sombra de otro profesor: Samuel Rodríguez Martínez, encargado en Monclova de los Programas Sociales y a quien también traicionaría para quedarse con el puesto.
Solo ya en su pequeño coto de poder, el nuevo millonario empezó a manejar la bolsa financiera destinada a obras en la Región Centro del Estado. Inclusive llegó al grado de formar una empresa constructora, la que se lleva la mayoría de las obras en proceso, inclusive las que se realizan con recursos federales.
Las obras que no se auto asigna, porque no tiene capacidad para realizarlas, las entrega a otras constructoras “amigas” a las que les cobra “módicos” porcentajes de comisión que, según él, son para entregarlos al gobernador Rubén Moreira. Así, los constructores deben pagar desde un 15 hasta el 50 por ciento del valor total de la obra. El dinero cae directamente en las manos del empleado del gobernador.
Con todo, algunos miembros de la Cámara de la Construcción en Monclova y Frontera han puesto el grito en el cielo porque pagaron el porcentaje por adelantado y nunca les liquidaron la obra. Entre los afectados por esta “irregularidad financiera” del gobierno de Coahuila se encuentra la empresa presuntamente propiedad de Lalo Macías, quien fuera secretario de Armando Castro… ¡Y empleado de Marco Morales.
Lo increíble es que el ex taxista de Humberto no se conformó con las tajadas para entregar obras, ni con las que realizaba directamente, no, urdió la forma de duplicar facturas, decenas de documentos que fueron entregados a las presidencias municipales y que fueron liquidados. Fueron facturas por reposición de luminarias de varios bulevares, luminarias que nunca se instalaron y que, como en el caso de Monclova, el alcalde Gerardo García se negó a pagar porque era muy burda la maniobra, no tenían bitácoras de la obra, relación de trabajadores asegurados, ni facturas de materiales comprados para reponer las lámparas, ni prueba de las reparaciones realizadas, ni siquiera mostraron que contaban con el equipo necesario para tal fin.
Algunas facturas millonarias fueron cobradas y las jugosas ganancias fueron repartidas entre Marco y Lalo Macías, además de entregar su gran tajada a quien gobierna en Coahuila.
Ahora, Marco ha variado un poco el negocio, no corre mas riesgos con su constructora fantasma que le ha generado “pérdidas” millonarias. En su nueva forma de enriquecerse, el funcionario del estado pide, exige dinero (comisiones) para bajar paquetes de apoyo del gobierno. En sus manos han caído los alcaldes de Castaños, Frontera, Cuatrociénegas… ¡y hasta el de Monclova! La cosa es sencilla, si hay dinero intercede por ellos ante el gobernador y éste da la orden de que se entreguen paquetes de obras y programas sociales, si no hay “cuota”, pues no hay nada.
Pero, por si esto fuera poco, el prófugo del volante tiene un periódico fantasma del que reparte facturas entre los municipios, incluyendo la Dirección de Comunicación Social del Gobierno a cargo de José Vega Bautista, Cuarto Poder es el nombre de un medio informativo que tiene ganancias por encima de Vanguardia, El Diario de Coahuila y El Siglo de Torreón.
Desde este medio ha logrado amasar más dinero aún. Son tantos los recursos que tiene ya que ni cuatro generaciones juntas acabarían con la fortuna lograda a base de la corrupción, el chantaje y el robo descarado a las arcas públicas del estado y de los municipios.
Y ahora, para colmo, es el operador político del alcalde de Torreón Miguel Riquelme Solís, quien busca posicionarse en la Región Centro con miras a la gubernatura de Coahuila. Marco es el encargado de llevar los “programas sociales” a la gente de escasos recursos. El compra y entrega despensas, cuenta dinero, hace sobres, reparte recursos entre los líderes de colonos… Aunque no todo llega a su destino… El que parte y reparte, siempre se queda con la mayor parte. Todo sea por seguir al frente de las grandes obras de Coahuila.
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