Enfrentando el reto de vivir y sobresalir en el siglo XXI, en una región que está obligada a transformarse en su capacidad de desarrollo y abrirse a la diversificación de nuevas empresas que brinden la capacidad de tener un desarrollo sustentable, obliga a ser creativos e innovadores, a la explosión de ideas que nos permitan adaptarnos al mundo cambiante en que vivimos, y la mejor oportunidad para lograrlo, la tenemos en el ITESRC, dentro del programa denominado Incubadora de Empresas.
Este departamento que forma parte del Tecnológico no es nuevo, ya tiene tiempo funcionando y brindando capacitación a sus estudiantes, al igual que muchos otros campos experimentales para diversas actividades académicas.
Que si bien son perfectamente adaptables y con grandes perspectivas de rendimiento dentro del mundo laboral, al momento solo forman parte de un programa de estudios que en conjunto deben ser aprobados para lograr la titulación del estudiante y ser considerado un profesional en la carrera que hayan elegido.
Con la llegada del Dr. Luis Carlos Longares Vidal, como Director General del ITESRC las cosas están tomando un nuevo giro, en todos los aspectos para bien de la institución, y es precisamente ésta nueva faceta denominada Incubadora de Empresas, uno de los objetivos más ambiciosos, tanto por la necesidad de explotarlo al máximo como por la necesidad que tiene la región de incursionar en nuevas aventuras empresariales que le permitan diversificar su economía local.
Por ello, la oportunidad es ahora para todos, tanto para estudiantes como para empresarios innovadores que con cualquier estudio sustentable hayan elaborado un proyecto y tengan la necesidad de un apoyo en todos los aspectos que se requieran para darlo a conocer y demostrar que es eficaz y competitivo.
La invitación ya ha sido lanzada y varios empresarios han empezado a responder con visitas al Tecnológico, donde han podido constatar la efectividad de la incubadora, han recibido la información adecuada y profesional que se requiere y han quedado satisfechos, toda vez que la institución ha demostrado tener la capacidad de satisfacer sus demandas.
Empresarios como el reconocido ganadero Carlos Morales Villarreal, el horticultor Héctor Morales Villarreal y el Ing. Agrónomo Francisco Sifuentes Reséndiz, han realizado conjuntamente con las autoridades educativas del Tecnológico, un tour por las instalaciones del mismo y han visto la forma en que se puede trabajar en la Incubadora, independientemente del producto que se quiera exponenciar y buscar la forma de hacerlo crecer en todos los aspectos.
El empresario ganadero Carlos Morales Villarreal habla sobre su interés que tiene por la hidroponía o agricultura hidropónica la cual es un método que si bien bastante antiguo, también lo es bastante eficaz y consiste en el proceso para cultivar plantas, en éste caso zacate, utilizando disoluciones minerales en vez del suelo agrícola.
A grandes rasgos, Carlos Morales explica su interés por el cultivo del zacate llamado San Agustín que es utilizado en la siembre de jardines, y expone la forma en que por medio de la hidroponía se puede procesar con un costo mucho menor y al mismo tiempo más rendidor, con las consecuentes ganancias para el productor.
De igual manera se contempla el aprendizaje, tanto de los alumnos como del empresario, sobre la forma en que se debe lograr el producto más excelente, desde la preparación de la tierra, la siembra, el cultivo y su proceso de siega, hasta llegar a su comercialización, lo cual ya es trabajo de otro campo, pero que comprende el mismo proyecto de la Incubadora de Empresas.
Ahora bien, el proyecto del zacate San Agustín es solamente un ejemplo de lo que se puede lograr, porque el abanico de empresas que pueden competir es infinito, y en el caso de la agricultura de igual manera se pueden lograr los mejores forrajes, los mejores insumos, los mejores métodos, la mejor siembra y obviamente los mejores resultados.
Claro, para ello se necesita también la asesoría de grandes instituciones como es la prestigiada Escuela de Agricultura y Agronomía Antonio Narro de Saltillo, la cual dentro de su organigrama escolar tiene abierta la posibilidad de brindar platicas u apoyos a más intuiciones que así lo requieran.
Entonces, para lograr excelentes resultados en el mundo de la agricultura, se necesitan también excelentes fertilizantes y mejorantes, de los cuales también deberán entenderse sus ventajas y sus contras, lo anterior para sopesar calidad, tiempo, costos, y mejores resultados.
El señor Héctor Morales Villarreal, conocido horticultor de éste municipio, y quien también ha visitado el Tecnológico con intención a participar en éste proyecto, nos muestra lo que se puede lograr en cuestión de abonar la tierra de la mejor manera posible, dadas las condiciones que brinda nuestra región.
Morales Villarreal ha empezado a experimentar un cultivo poco común, pero no por ello menos redituable como lo es la lombricultura, específicamente de la variedad conocida como la “Roja California”, lombriz que por sus características es más noble, con menos enfermedades y se adapta más fácilmente al cautiverio, por ello sobresale entre las 107 variedades de lombrices que conocemos.
De acuerdo a pláticas con Morales Villarreal, ésta lombriz Roja California, cultivada en su huerto particular, le ha empezado a producir el llamado “Humus”, ya sea solido o líquido, que se dice es una de los abonos más efectivos para la agricultura y que tiene amplias ventajas sobre los fertilizantes químicos, tanto en calidad como en precio y su comercialización debe ser un éxito, este proyecto también tiene perspectivas dentro de la incubadora de empresas del Tecnológico.
Sin embargo, existe también la parte técnica, la que analiza las ventajas y desventajas de los proyectos empresariales, en éste caso de la agricultura y su asesoría es imprescindible, aquí es donde entra el apunte del Ing. Francisco Sifuentes Reséndiz, egresado de la escuela de Agricultura Antonio Narro, un “Buitre” por excelencia que no deja nada a la aventura y que observa el mas mínimo detalle de cualquier proyecto, dá su opinión y deja a la consideración tanto de empresarios y Tecnológico lo que decidan en conveniencia.
Para el Ing. Francisco “Paco” Sifuentes la idea de la Incubadora es un gran proyecto, es elemental para la Institución Educativa, siempre ha estado ahí, como muchos otros departamentos, pero no se le ha sacado el provecho, el potencial que puede ofrecer, es por ello que Sifuentes Reséndiz aplaude la iniciativa del Dr. Luis Carlos Longares Vidales, Director General del ITESRC, para darle vida a esto que representa una oportunidad de crecimiento para todos, tanto para la escuela, para los estudiantes, para los empresarios y para toda la sociedad.
El Ing. Sifuentes hace una alusión al proyecto de la hidroponía y lo considera excelente, porque dice que es un método para lograr sin tierra, los mejores cultivos y que si bien es un método ya antiguo, poco se ha utilizado y diversificado en las ventajas que puede ofrecer, y bien estudiado, bien planeado en su proceso, puede funcionar.
De igual manera concuerda con Carlos Morales Villarreal en el método de fertilizar la tierra por medio de la Lombricompostela y trabajar el Humus como un excelente fertilizante de la tierra, claro, trabajándolo de la manera adecuada y bajo la supervisión de quienes se capaciten para tal efecto.
Éste representa mejores cosechas a menor costo, con mejores rendimientos, más ganancias y mejor calidad.
Sin embargo, dice Sifuentes Reséndiz, el estudio, tanto del proceso como de la mercadotecnia deberá ser largo y bien planteado, pues si bien el Humus es uno de los mejores fertilizantes, superando a los químicos, también es cierto que hay renglones en que los químicos se imponen, sobre todo en el tiempo en que hacen efecto en la siembra, y tiempo significa dinero más rápido.
La Escuela de Agricultura y Agronomía Antonio Narro de la capital del Estado, es toda una institución de alto prestigio en todo el país y más allá de nuestras fronteras, son años de crecimiento, de investigación, de logros y también de fracasos, mismos que han llevado a buscar la manera de aprender de los mismos, por ello, dentro de su organigrama educativo, contempla el asesoramiento de otras instituciones educativas, revisa proyectos, los evalúa y brinda resultados.
La “Narro”, como todos la conocemos está abierta a buscar conjuntamente con el ITESRC la mejor marcha de la Incubadora de Empresas, porque es un proyecto que es ya imprescindible para los tiempos que estamos viviendo.
Sabemos que vivimos en una región carbonífera, pero también sabemos que la vida de las regiones es de etapas y que empieza a ser preciso darle vuelta a la página y empezar a buscar nuevos horizontes, es ya tiempo de ver por la diversificación de las empresas y por ende de los empleos.
Es el tiempo de ser agradecidos con el carbón, pero también es el tiempo de decirle adiós y enfrentar el nuevo mundo, es tiempo de experimentar con lo que siempre hemos tenido a la mano y que no nos hemos dado cuenta.
La visión del Dr. Luis Carlos Longares Vidal, Director General del ITESRC es amplia, es muy diferente a sus antecesores, -que no por ello menos loable-.
Sin embargo, Longares Vidal, tiene otra perspectiva, no solamente de la Institución sino de toda la Región Carbonífera, y sabedor de que el Tecnológico es precisamente la incubadora madre de quienes dirigirán el futuro de ésta tierra, está tratando de formar ese lazo imprescindible entre los empresarios que tanto lo necesitan, como de quienes van a formar la parte más importante y productiva de la sociedad.
La Incubadora de Empresas no es nueva, ahí ésta desde hace años, solo que ahora ya tiene un proyecto definido, un proyecto que encierra más proyectos entre empresarios y gente de la sociedad, conjuntamente con alumnos y directivos del plantel.
No pasará mucho tiempo para que sea exportadora de iniciativas de producción ya realizadas, creciendo con sustentabilidad y haciendo crecer la economía de ésta Región Carbonífera.
Por eso, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de la Región Carbonífera es motivo de orgullo, su director es el M.C. Luis Carlos Longares Vidales.
El Seminario de Coahuila