El número de víctimas contabilizadas por el fuerte terremoto y posterior devastador tsunami que golpearon la isla indonesia de Célebes el viernes supera ya las 800 y podría ser muy superior. El vicepresidente del país, Jusuf Kalla, aseguró que podría haber “miles” de fallecidos, mientras que todavía continúan las tareas de rescate y búsqueda de víctimas. “No hubo tiempo para ponerse a salvo”, explicó. “Yo me vi estrujado contra la pared en ruinas…escuché a mi esposa gritar pidiendo ayuda, pero luego hubo silencio. No sé qué le pasó a ella ni a mi hija. Espero que estén a salvo”.
Las autoridades aún intentan alcanzar el distrito de Donggala, donde viven 300.000 personas y se temen importantes daños, pero el corte en las comunicaciones y el acceso impide conocer la situación.
El presidente Joko Widodo llegó este domingo a Palu y pidió trabajar “día y noche” para terminar todos los esfuerzos relacionados con la evacuación. La situación “es muy tensa”, contó Risa Kusuma, una madre de 35 años que consolaba a su bebé febril en uno de los centros de evacuación. “Cada minuto llega una ambulancia con cuerpos. El agua limpia es escasa. Las pequeñas tiendas fueron saqueadas en todos lados”.
Los responsables de las labores de rescate pidieron más medios. “La noche pasada logramos sacar a una mujer viva del Hotel Roa-Roa”, afirmó Muhammad Syaugi, director de la agencia de rescate. “Ahora necesitamos desesperadamente maquinaria pesada para limpiar los escombros. Mis trabajadores están en el lugar, pero es imposible depender solo de su fuerza física para limpiar esto”, le digo a la agencia AFP.
Familiares buscan a cientos de personas que estaban preparando un festival que iba a tener lugar en la playa cuando sucedió el terremoto el viernes en Palu y de las cuales no tienen noticias. Imágenes satelitales muestran fuertes daños en algunos puertos marítimos, con los barcos varados en tierra y embarcaderos y puentes destrozados.
El aeropuerto de Palu, cerrado el sábado, reabrió el domingo para vuelos humanitarios y comerciales solo en el caso de que los pilotos puedan aterrizar sin ayuda técnica.
(BBC Mundo).