Tírale al negro…

4 meses cumplió Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República.

El trayecto ha sido sinuoso y accidentado, sin duda (largos cuatro meses de combate al huachicoleo, de deshacer el aeropuerto de Texcoco, de caerse la bolsa por los dichos desde Palacio Nacional, de consultas innecesarias y costosas, de una depuración en la obesa nómina federal, de criticar todo lo anterior antes de proponer los cambios, de las mañaneras, etc.).

Pero hay tamices que considerar, por ejemplo: Recibió López Obrador un país y sobre todo  un gobierno, hecho trizas. Una corrupción institucionalizada, calando hasta el hueso nacional (y los huesos políticos), que obstaculiza todo. Pero, el gobierno combate la corrupción y no quiere juzgar a nadie. Todo es “amor y paz” y “perdones que duelen al pueblo agraviado”.

De aquel AMLO candidato (en tercer refíl) a este Peje- presidente, hay un largo trecho.

¿Recuerdan? Un día electo dijo que “le entregaron una economía quebrada”, luego se desdijo y ahora, ya presidente, dice que “siempre sí está quebrada y saqueada”. Nadie, creo yo, hubiese dudado de tal afirmación (la quiebra del gobierno). Pero él, López, fue quien nos hizo dudar de la certeza… Parece trabalenguas, pero es ese cantinfleo el que confunde. 

Las inercias resultaron más fuertes de lo previsto y gobernar resultó (por consabido) muy diferente que andar en campaña. No hay dinero para cumplir las promesas y se anuncian proyectos grandes que concentran una gran tajada del presupuesto en pocos frentes.

Entonces hay que recórtalo todo, (menos eso: El Tren Maya, el puerto de Santa Lucía, la Refinerías de Tabasco y de Morelos y varios otros proyectos, más verdes aun).

Los cambios

La gente votó por AMLO y votó enojada. Aquel 1 de julio del 2018, México dijo ¡BASTA GAÑANES, hemos despertado!

Votaron más de 30 millones de un pueblo harto, lo hicieron convencidos de “castigar al corrupto y soberbio gobierno (gobiernos) que juró servirlo”. Buscó entonces al que fuese distinto a lo padecido, que sonara a un cambio real, (aun con el miedo de que ese cambio fuera violento, fuera a medias; fuera solo una revancha insatisfactoria, efímera).

Y le dio su aval, en blanco.

¿Habrá entendido este gobierno, ya no tan nuevo pero iniciando, el caro compromiso con una sociedad, que sin conocerlos bien (a AMLO y a su entonces desconocido gabinete), les dijo… Gobiernen ustedes y gobiernen bien. Ya no nos jodan desde el gobierno”?

Tírenle al negro

Güero no es don AMLO ni negro es tampoco, pero el dicho habla del negro: “Tírenle al negro”. Seguro fue tomado del argot de aquella despreciable época donde los negros eran despreciados y golpeados, solo por el color de su piel (color y características con las que nacieron, por mérito exclusivo “del fabricante”).

Pues hoy le tiran al presidente, de todas direcciones, como al negro del dicho sectario.

Y es que resulta que el señor López hace lo imposible por atacar dos frentes generales: “Cumplir las promesas de campaña y poner su marca en las nuevas obras significativas”. Pero el dinero es obstáculo, no hay dinero para todo, la caja estaba más vacía de lo dicho por los que se fueron y la deuda gubernamental es mayor que lo informado.

La decisión fue simple. Recortar el presupuesto a todo lo recortable (a la gordura burocrática, a los dispendios, al gasto corriente, a la robadera infame, a los proyectos excesivos y a las áreas innecesarias) y a lo que no, también.

Otro criterio del recorte es “castigar con menos presupuesto” a las entidades y a gobiernos, que se hayan sobre endeudado, a los que hayan sido más corruptos en el pasado reciente, a las entidades que coleccionen gobernantes afamados por sus corruptelas, por su soberbia y por mentirosos.  Y bueno ¡Coahuila gana en todo ello!

Extraño no ES que el gobernador Riquelme, por instrucciones de su jefes, dedique buena parte de sus declaraciones erráticas y de banqueta, a criticar al presidente y a culparlo de sus propias ineficiencias y cortas miras (recortadas de presupuesto).

En Coahuila

“Se lo van  a robar y se quejan de que no les alcanza, se lo van a depositar (el presupuesto federal) a Moreira a sus cuentas personales”, dice un alto funcionario federal, en “petit comité” y en un exabrupto intelectual, para entender.

“Tirarle al negro” (avecindado en Palacio nacional), va siendo la salida fácil para las ineficacias y los cochinitos para las campañas del PRI, que ya no pueden llenar. Se acabaron los millones que los gobernadores daban al PRI Nacional (pregunten a La Coneja). Pero, aun recortados, siempre habrá para robar, para la nómina del voto duro del PRI.

Coahuila tiene elecciones locales de renovación del Congreso, en 2020. El PRI-gobierno estatal y los municipales, ya andan en campaña. Por ello le tiran al presidente toda la basura posible (y hay basura suficiente) y miren quién les ayuda: La oposición en el Congreso, esa que queremos  que sea contrapeso estatal (para recuperar el gobierno de Los Moreira, que no se van), solo se suma al ataque al presidente y al gobierno federal. Al estatal no lo tocan.

Imaginen como escalará el discurso de los priistas conforme se adelante el calendario electoral (hoy pre electoral). Imaginen el contraataque del gobierno federal… Mas recortes a Coahuila y más lloradera  mediática.

MORENA trae el dinero, el PAN quiere tomar la agenda y el PRI, es mapache y aceita su corrupta maquinaria electoral.

¡Dios salve a Coahuila, tan cerca de Moreira y tan lejos de AMLO!

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