El asunto de la paridad de género en México, está de moda, no por ello gusta al machismo político.
Presumen los partidos y los gobiernos a la paridad como logro democrático, pero en los hechos buscan cómo burlar la igualdad en las oportunidades políticas para hombres y mujeres.
Ni que decir de los salarios parejos, en igualdad de competencia (concurso de puestos sin género de por medio), ahí la brecha es enorme.
Política cavernícola
La política de Coahuila es cavernícola en muchas formas.
Las oportunidades políticas para la mujer en esta entidad son casi nulas, pocas damas destacan y que no se entienda mal, nada tienen que ver sus capacidades y méritos con su opaca existencia partidaria y electoral.
En el moreirato que ya cobra casi 17 años (y quiere 24), una estrategia de los Moreira fue acabar con las figuras políticas y desaparecer a las mujeres como alternativa en la política del primer nivel.
El PRI Coahuila elige a mujeres de corto espectro para decirse feministas, que no crezcan para ser estorbo a sus planes expansionistas (del club de Toby, aunque varios de esos Toby sean de dudosa reputación).
Ley Manola
La Ley Manola es una figura sectaria y antifeminista inventada para desplazar a las mujeres 6 años más (al 2029) en sus oportunidades en la sucesión gubernamental en Coahuila, de paso mandar a los hombres (no Manolo) hasta el 2035 (cuando muchos murieran y el PRI no exista).
La Ley Manola es dedicatoria de harto afecto de Rubén Moreira a Manolo Jiménez, apechugada por el gerente del moreirato Riquelme el de Moreira.
En MORENA tampoco los varones quieren mujeres en la justa por la gubernatura en el 2023, ya formaron un temporal PRIMOR para, desde la Corte, restringir a las mujeres en Coahuila.
Sin cálculo
Los impulsos de Ricardo Mejía Berdeja y varios calefactos morenos, son sin calcular que desaparecer la Ley Manola y que sea la Corte quien dicte el NO a las mujeres, trasladará el costo electoral a MORENA.
Siguen en la cúpula palaciega federal siendo rehenes de las argucias del Gordo Moreira, el show de juzgar a su extesorero, para amansarlo, le tiene sin cuidado.